1. Mónica, inicio inesperado


    Fecha: 15/06/2020, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: Mamaceando, Fuente: CuentoRelatos

    Mónica perdió su beca debido a los descuidos y fiestas en la universidad, y a sus 19 años no sabía dónde busca trabajo, nunca antes trabajo. Pero además en ningún trabajo ganaría lo que necesitaba para pagar su escuela. Fue su amiga Mariana quien le platico de su trabajo de fin de semana. Lo cual la sorprendió muchísimo. Nunca le paso por la cabeza que su mejor amiga trabajara como stripper en un bar. Aunque ahora entendía porque nunca la veía en las fiestas. Jamás los acompañaba de antro, ni a ningún lado en fin de semana.
    
    —¿Pero, tú crees que me den trabajo?
    
    —Claro, estás bien buena.
    
    Mariana tenía razón, Mónica a pesar de ser bajita, de 1.55 de estatura, tenía unas nalgas deliciosas, razón por la cual era invitada a todas las fiestas y por lo que sus amigos hacían todo por estar cerca de ella. Además desde la adolescencia sus pechos se desarrollaron más de lo normal y verla en días de frío era un espectáculo divino.
    
    —Pero, ¿cómo puedes quitarte la ropa frente a la gente?
    
    —¿Te la quitas frente a tu novio?
    
    —Es diferente.
    
    —Es lo mismo, solo que vas a tener muchos más novios mirando.
    
    —No creó poder…
    
    —Si Quieres seguir estudiando sin beca, puedes hacer eso y más mamacíta! Pero allá tú.
    
    La plática quedó en el aire hasta el jueves, Mónica fue directo a Mariana y decidida le preguntó.
    
    —¿Y qué tengo que llevar o qué?
    
    —Solo ese culo hermoso.
    
    —Estoy hablando enserio.
    
    —Mira, debes tener vestuario. Pero yo te presto algo. Paso por ti a las ...
    ... ocho.
    
    —¡¿HOY?!
    
    —Si hoy, te bañas y no te maquilles allá nos maquillamos.
    
    A las ocho en punto, luego del mensaje de su amiga. Mónica bajó en un vestido corto y entallado que la hacía ver súper sensual.
    
    —¿Estás loca?
    
    —¿Por…?
    
    —No te vas a parar en una esquina. Cámbiate, ponte un pantalón.
    
    —Pensé que…
    
    —Ándale que tenemos que está antes de las nueve.
    
    Subió y se puso unos leggings parecidos a los que vestía su amiga y una sudadera. Cuando bajo, un taxi las esperaba y las llevo hasta el bar. Las Delicias, así se llamaba el bar. Y desde que bajaron del taxi, los tipos de la puerta se la comían con la mirada.
    
    —¿Traes tu identificación?
    
    —Sí, toma.
    
    —Tranquila. Ven, por acá.
    
    La siguió por un pasillo oscuro hasta que las luces la cegaron, luego subió las escaleras y entró a un cuarto con espejos enormes. Durante todo el trayecto, los hombres a su paso le clavaban la mirada. Estaba temblando de los nervios y quería salir corriendo. Pero siguió, y ahora estaba entre al menos una docena de mujeres desnudas. Maquillándose y poniéndose trajes que mostraban casi por completo sus partes íntimas.
    
    —Que te maquillen y ahorita te cambias, ¿quieres traje o disfraz?
    
    —un vestido.
    
    —¿Eres nueva? yo le presto uno. El negro cortito.
    
    —¿Que vas a bailar?
    
    —...
    
    —¿No le explicaste nada?
    
    —Mira, bailas dos, una rápida o así y una para desnudó.
    
    —El desnudó es completo o te descuentan en la caja.
    
    —¡¿TODO?!
    
    —Todo mi amor, mira ahí está el DJ dile de una ...
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