Un placentero viaje en avión
Fecha: 01/10/2017,
Categorías:
Anal
Sexo con Maduras
Tabú
Autor: Anitaslut44, Fuente: xHamster
... mirarme con esos tremendos ojos, lamió mi semen de sus atrevidos dedos.Volvió a acariciar mi pija y se sorprendió de encontrarla todavía erecta. Sonrió y se subió lentamente sobre mi regazo; todavía tapándonos a ambos con la manta, en plena oscuridad…Beatrice apoyó su espalda contra mi pecho; giró su cabeza buscando mis labios y me partió la boca con un beso que terminó de endurecer mi verga.Ella sintió esa dureza y levantó su breve falda. Entonces con mucha suavidad, fue empalándose sobre mi poronga bien dura…Se movió muy despacio sobre mi verga y pronto sentí que ella otra vez acababa gimiendo muy suavemente. Beatrice se quedó quieta y me susurró al oído que fuéramos al baño en la cola del avión.Dentro del baño, ella se inclinó sobre el lavatorio y levantó su falda, pidiéndome que se la metiera por el culo…No me hice rogar. Enseguida la penetré desde atrás, dilatando su estrecho culo con la cabeza de mi pija. Comencé a bombearla muy suavemente, pero ella gimió y me suplicó que le diera con más ganas. Le obedecí, dándole con más ímpetu; pero esa misma calentura me traicionó; ya que en apenas un par de minutos, me vacié dentro de ese apretado trasero…Al salir del baño nos cruzamos con una asistente de vuelo francesa. La joven pareció sorprendida, pero enseguida pude ver que intercambiaba una mirada cómplice con Beatrice. A mí apenas me miró a los ojos, para después bajar su mirada directamente a mi entrepierna. Después me dedicó una rápida sonrisa.Beatrice se sentó junto a ...
... la ventanilla, me dio un último beso agradeciéndome esos polvos infernales y después cerró sus ojos.Yo hice lo mismo, relajándome finalmente; algo que realmente necesitaba y mucho. Una hora más tarde me desperté y tuve la necesidad de usar el baño.Mientras entraba al baño, la aeromoza francesa me empujó desde atrás y trabó la puerta tras ella. Me hizo sentar en el toilette y me habló en inglés, ya que mi francés era bastante malo y ella, como buena francesa, no conocía una sola palabra de nuestra dulce lengua castellana.Para solucionar semejante desastre, allí estaba yo, dispuesto a enseñarle las bondades de una lengua argentina…Jeanne, según decía un gafete en su uniforme, se desprendió la falda y me dejó ver una diminuta tanga satinada de color negro.La corrió a un costado y me pidió que le chupara la concha. Me incliné hacia adelante y comencé a saborear esa humedad entre sus labios vaginales. Entre gemidos, me aclaró que a ella no le gustaban los hombres, pero, a la hora de sentir una lengua lamiendo su concha, prefería que fuera la de un hombre…Jeanne me tomó por la nuca, para que mi lengua no escapara de su vagina y pronto acabó entre gemidos, regalándome sus flujos mientras su cuerpo temblaba sin control.Luego me agradeció mi colaboración para aminorar su calentura…Regresé a mi asiento, para encontrar esa belleza brasileña desmayada de placer contra la ventanilla. La francesa me había usado a su antojo y me había dejado caliente; así que acaricié las curvas de Beatrice, ...