Mis jefes no sobreviven a un polvo - Relatos Eróticos

Mis jefes no sobreviven a un polvo

... a un telo en una calle poco transitada. Sentí mi corazón latiendo a mil por hora y Elías notó mi cara de sorpresa.“Bueno, vamos de una vez… no…?” Me dijo con seriedad.No le contesté, pero amagué una leve sonrisa.Estacionó el auto adentro y bajamos. Subimos unas escaleras hasta entrar en una elegante habitación.Apenas cerró la puerta, Elías me atrajo hacia él y me besó largamente.Mientras su lengua se entrelazaba con la mía, sus manos me tomaron por la cintura para acercarme a él; su olor a hombre era endulzante…No hablábamos; yo quería sentir su cuerpo cerca del mío. Con una de sus rodillas abrió mis piernas y se colocó en medio; entonces sentí un gran bulto y me excitó enormemente lo duro que parecía estar… yo no podía perderme eso…Bajé mi mano a su verga y la acaricié a través de sus pantalones.Elías me levantó el vestido hasta mi cintura, sin separar sus labios de los míos. Sus inquietas manos bajaron por mi espalda hasta encontrar que ese día yo no llevaba una tanga. Pronto sus dedos curiosos descubrieron mi pubis depilado y mis labios vaginales totalmente humedecidos…“Hmmm qué linda sorpresa, Anita…” Suspiró en mi oído.Sonreí y giré para darle la espalda, para que él desabrochara el único botón que mantenía mi vestido en su lugar. Con un ligero movimiento de caderas, mi elegante vestido quedó alrededor de mis zapatos de taco alto…Así completamente desnuda, Elías me abrazó por detrás, con su boca besando mi cuello, una mano recorriendo mis tetas y la otra abriendo mis ...

... delicados labios vaginales…Me di la vuelta y por fin pude empezar a hablar…“Yo también quiero ver…” Le susurré mirándolo a los ojos.Desabotoné su camisa y antes de quitársela acaricié su torso, su vello entre mis dedos me excitó, al igual que el olor a macho que despedía su piel…Entonces me chupó las tetas con mucha delicadeza al principio; mientras yo sólo pensaba en su verga. Le bajé los pantalones y me arrodillé, para ver de cerca un pedazo de pija que no me sorprendió por su longitud pero sí por su grosor, que era bastante interesante, como para provocar dolor…Antes de meterla dentro de mi boca alcé mis ojos para mirarlo directo a los suyos. Su mirada se había hecho más penetrante...“Te ves divina así… me encanta tu cara de puta…” Susurró despacio.“No solo me veo divina… también hago maravillas…” Le respondí para después tomar su verga entre mis manos y pasar mi lengua por todo el largo de semejante tallo. Le hice una paja aprovechando la saliva que le había dejado, mientras le frotaba el grueso glande con mi dedo pulgar.Después abrí mis labios al máximo y fui metiéndola en mi boca; era realmente gruesa, hinchada y con las venas bien marcadas.Apretando los labios movía la cabeza para meterla y sacarla de mi boca, al tiempo que apretaba sus nalgas con mis manos. Podía sentir que esa verga iba creciendo dentro de mi boca y se endurecía cada vez más y más.De repente me jaló por los cabellos para hacerme poner de pie. Su cuerpo desnudo me ponía a mil y su erección tan firme en ...