1. Una pareja lo hace frente a mi casa


    Fecha: 10/02/2020, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: Sevillano, Fuente: CuentoRelatos

    ... bolsa de cartón de las del McAuto que había cerca de casa. Genial, pensé, mañana tendré restos de ketchup en la puerta fijo.
    
    Me fije en que era una pareja joven. Gracias a la gran luneta del vehículo los podía ver perfectamente. Él, un polo azul y vaqueros de esos slim. Ella una falda blanca y una camisa negra, con los botones superiores abiertos. Él luciendo moreno, se veía que había estado ya en la playa ese año, mostrando unos brazos musculados. Ella de pelo rizado y abundante, rubia, con gafas de pasta negra.
    
    Lo más llamativo para mi es que, desde mi posición, veía los muslos de ella, ya que la falda se situaba a medio camino entre las rodillas y la cintura. Eran buenos muslos, sí señor. Aunque su visión duró poco, ya que se puso la bandeja de cartón donde viene la bebida encima, para comerse su hamburguesa y se tapó toda.
    
    En fin, volví a mi tumbona y a mi lata de cerveza.
    
    Pasados unos minutos escuché lo que temía: cosas caer al suelo. Mi levanté y volví a mirar, pegado a la pared, hacia abajo. Habían terminado de comer las hamburguesas y patatas y habían tirado los restos por la ventanilla al suelo.
    
    Hijos de puta, pensé. Mañana tendré la puerta llena de mierda gracias a vosotros.
    
    Sólo tenían los grandes vasos de refresco todavía en el coche. El seguía en la misma posición pero ella estaba girada, con la espalda apoyada entre el respaldo del sillón y la puerta del coche. Así podía ver mejor sus muslos. Estaban también morenos, aunque menos que los de ...
    ... su chico. Estaba sin zapatos. Supuse que los tendría a los pies tirados, pero la guantera me los tapaba. La verdad es que aquella posición era sugerente. No enseñaba mucho pero lo que enseñaba sirvió para ponérmela morcillona.
    
    La pareja reía mientras apuraban los refrescos. El muy cabrón del tío parece que se lo terminó porque con un movimiento lento lo dejó caer por su ventanilla abierta. El vaso golpeó en el suelo, perdiendo la tapa de plástico y desparramando el hielo en el suelo. Hijo de puta, volví a pensar, no sabes lo que es una puta papelera o qué? El tío se encendió un cigarro y se quedó allí fumando, hablando con su chica, que apuraba el refresco. Yo me volví a mi lata y le día un sorbo. Luego me fui para adentro en busca del baño. Necesitaba mear algo de los casi dos litros de cerveza que tenía en el cuerpo. Lo hice sin encender ninguna luz. Apoyé la mano en la pared de azulejos, me saqué la polla bajando la cinturilla el short y miré como el chorro iba saliendo. Con un suspiro terminé y la volví a guardar, ya habiendo perdido el estado morcillón que tenía antes.
    
    Volví a la azotea. Le di un sorbo a mi lata, que ya estaba en las últimas, y volví a mi esquina junto a la pared para mirar si la pareja se había ido.
    
    No, no lo había hecho. El vaso de ella ahora también estaba en el suelo de la calle tirado. Y del cigarro de él no había rastro. Se lo había quitado de la boca. Pero porque ahora tenía la boca entretenida en otra cosa. Él estaba girado ahora hacia ...
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