El tormento de Zorya
Fecha: 14/09/2017,
Categorías:
Hetero
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... tajo, le dejó en calzoncillos delante de todos.
-Te lo repito ¡Lárgate! -dijo Zorya. No tuvo que repetirlo, ya que Larat salió corriéndo entre las risas de la gente.
-¡Ven a mi casa! -dijo su tío- Comerémos algo juntos. Tal vez incluso tenga algo de leche de cabra.
Zorya asintió con aprobación, pero entonces un niño llegó gritando:
-¡Está viniendo!¡Viene Lord Villard!
Narrus agarró a Zorya del brazo y se escondieron tras un edifico.
-¡Mantente fuera de su vista! -advirtió- Viene a ponerle la mano encima a cualquier cosa que vea y le guste... Y temo que quiera ponerte las manos encima a tí.
Zorya desenvainó la espada con furia:
-¡Cerdos sedonianos! -gruñó- ¡Voy a matarlos a todos!
-¡No!¡No puedes! Hay al menos cien soldados con él. Incluso con tus hablidades con la espada, no podrías derrotarlos... Simplemente espera aquí ¿De acuerdo?
Zorya volvió a envainar la espada a regañadientes:
-Bien, lo haremos a tu manera -dijo con una media sonrisa-. Por ahora.
Narrus asintió y volvió a salir entre la multitud, djándola sola. Para cuando llegó, Lord Villard ya estaba dándo un discurso al pueblo:
-¡Todos sabéis por qué estoy aquí! -comenzó- ¡Cualquier persona que esconda sus posesiones de mí... SERÁ EJECUTADO!¡Y de igual manera lo sera QUIÉN ESCONDA A MIS ESCLAVOS, HOMBRES Y MUJERES!
La sangre de Zorya comenzó a hervir mientras veía al tirano desmontar y acercárse a su tío:
-¿A quién pertenece esta morada? -preguntó.
-A mí, mi señor ...
... -respondió Narrus.
-¡PUES AHORA ES MÍA! Al menos por esta noche...
-Si, mi señor.
Sin prestar atenció a Narrus, Lord Villard se volvió hacia la multitud y caminó entre ellos, mirando especialmente a las mujeres.
-No hay mucho dónde elegir -se burló, entonces se detuvo y señaló a una mujer que estaría en la cuarentena -¡ELLA!¡Descubrid sus pechos! -ordenó a sus hombres. Pero cuando estos se apresuraron a cumplir sus órdenes, un niño se lanzó contra ellos:
-¡Dejad en paz a mi madre! -gritaba, pero entonces un soldado lo cogió del cuello y lo lanzó contra una pared:
-¡Asqueroso plebeyo!
Incapaz de aguantarlo más, Zorya desenvainó su espada y salió. Antes de que nadie supiera que estaba pasando, Zorya había matado al soldado y a otros dos hombres que intentaron ayudarle.
-¡COGEDLA! -ladró el general de los sedonianos después de que Zorya matase a dos soldados más. Sin embargo, hordas de soldados cayeron sobre ella, haciendo cierta la predicción de su tío.
Zorya luchó con fiereza, pero pronto los soldados lograron someterla. Desarmada y con las manos atadas a la espalda, fue conducida hasta Lord Villard. Por unos minutos, Lord Villard la miró y la cogió de la barbilla, entonces hizo un gesto de asentimiento a uno de sus hombres, que desgarró la camisa de Zorya dejando a la vista sus firmes y bien desarrollados pechos.
-¡ASQUEROSOS CERDOS SEDONIANOS! -gritaba Zorya, tratando de zafarse de sus captores mientras Lord Villard le tocaba y manoseába cruelmente ...