Confesión de un infiel (2)
Fecha: 09/09/2019,
Categorías:
Infidelidad
Autor: AMorboso, Fuente: CuentoRelatos
... haces? ¿Qué me estás haciendo? ¡Qué gusto! Sigue, sigue.
Seguí machacando su coño durante largo rato. Ella pedía más, pero la postura era cómoda, el lento movimiento no me cansaba y el placer que la presión de sus paredes junto con mi dedo me producían en mi polla, no me aconsejaban hacerlo.
A pesar de mi lentitud, poco después alcanzó un orgasmo, que no debió de ser muy intenso, y quizá por eso no bajó su excitación, y al momento seguía pidiendo más.
Hasta que no llegó el momento en que empezaron a molestarme las rodillas del tiempo que llevaba en esa postura, no me decidí a cambiar el ritmo lento por otro más rápido.
La nueva velocidad y el mantener mi dedo moviéndose haciendo presión dentro de su culo, la forzaron a un nuevo y rápido orgasmo que se prolongó unos segundos más, hasta que yo no pude más y me derramé en su interior.
Mientras nos recuperábamos, volví a colocar la almohada bajo su culo y estuvimos un rato haraganeando en la cama.
En esto, llegamos al medio día y decidimos comer en la misma habitación. Cuando la trajeron, comimos en el amplio salón, y fue cuando vimos que también había muchos ramos de flores y Susana pudo contemplar la ciudad desde uno de los edificios más altos.
La escena se repitió durante toda los siguientes siete días, volviendo a la rutina después, solo que follando sin preservativo. Todas las tardes se iba a su casa con el coño cargado de mi leche para que lo terminara de llenar su marido.
Ese mes no quedó ...
... embarazada, por lo que a mitad del ciclo, volví a montar toda la parafernalia. Susana se encontraba como en una nube. Todo le parecía maravilloso.
Pero mejor fue al mes siguiente, cuando pasó la primera semana de retraso, luego la segunda y la tercera. Volvimos a repetirlo todo, por si acaso, pero comenzó el siguiente mes y pasaron las dos primeras semanas sin que le viniese la menstruación
Anunció a su marido y a su amante su embarazo mostrando los resultados de los análisis, recibiendo atenciones de reina desde ese mismo momento por parte de ambos.
Durante el embarazo, aumentó la libido de Susana al tiempo que bajaba la de su marido. Le daba reparo por si dañaba a la criatura. Para mi resultó agotador. Tenía que salir por la mañana de mi trabajo para proporcionarle dos o tres orgasmos a base de comerle el coño y masturbarla y terminar follándola y repitiendo la misma secuencia por las tardes.
Por fin llegó la hora del parto. Fue de noche y el portero, muy orgulloso, me informó por la mañana de que había sido abuelo
El propio “padre” vino por la tarde para invitarme a conocer a su hijo y darme las gracias. Al fin y al cabo, yo pagaba el seguro privado y la clínica que habían llevado el embarazo y parto.
Durante el periodo de cuarentena, desde el primer día que enviaron a casa a Susana y al niño, María, la madre de Susana, vino todos los días para atenderme. Primero venía a mi apartamento y luego se iba al de su hija, para prepararles comidas y cenas, ayudar a bañar ...