Jaque mate (Parte 7 de 8)
Fecha: 30/08/2019,
Categorías:
Fantasías Eróticas
Autor: dulces.placeres, Fuente: CuentoRelatos
... putitas con las que acostumbras a estar!
- Veremos, me vas a suplicar para que no te la saque
- Te dije que… ay! ay! pará hijo de puta!!!!
Noté que mientras discutíamos el dio un primer topetazo con su pija, provocando en mi un profundo dolor, esto estaba lejos de parecerme normal, mis convicciones con las que fui criada no me lo permitía, pero a pesar de todo, seguía ahí, en el mismo lugar, hubiera sido fácil para mí solo salir de la banqueta, pero por alguna extraña razón no lo hacía, sabía que perdería la virginidad de mi cola, pero nada convincente hacía por evitarlo.
Las palabras fueron cambiando a medida que Gustavo, una vez más, se salía con la suya, el dolor insoportable del principio se transformó en un dulce dolor a medida que mi esfínter se dilató para adaptarse a su grosor, quise evitarlo, pero gemidos de placer comenzaron a brotar de mi boca, eso encendió y enloqueció a Gustavo, nuestro juego dialéctico era ya diferente
- Te gusta? te gusta puta?
- Si! me gusta! dale! rómpeme todo el culo, no pares!
- Viste que tenía razón, eres una ...
... puta!
- Si papi, soy más puta que esas putas con las que andas, te gusta? te gusta?
Para mí desgracia las palabras solo aceleraron el proceso, era mi primera vez y hubiera querido tenerlo dentro más tiempo pero noté que él no duraría mucho más, fui por todo
- Dale! lléname el culo de leche! dale! es lo que querías no?
Las uñas de mi jefe se clavaron en mis carnes, mis uñas se clavaron en la mesada del desayunador, volvió a gritar hasta llenármelo por completo.
Ahora si habíamos terminado, nos desacoplamos, me dio unos últimos besos y fue al baño a higienizarse un poco, me quedé inmóvil unos minutos meditando lo que había hecho, que había hecho! La sombra de la culpa me avanzó como un frente de tormenta, Mario, Romina, mi madre, mi difunto padre, no podía tocarme los pezones de tan adoloridos que los tenía, llevé por detrás una mano para comprobar con mis dedos cuan dilatada había quedado, el semen me chorreaba de ambos agujeros cayendo hasta el piso, dios! diablos! cielo e infierno se mezclaban en súplicas y maldiciones.
Continuará.
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