1. Quitandome mis bragas ante él


    Fecha: 17/08/2019, Categorías: Infidelidad Autor: murgis, Fuente: RelatosEróticos

    ... estaba tras sus pasos pero a una discreta distancia se desvió hacia la zona donde la iluminación del aparcamiento era muy escasa, se detuvo cerca de un jeep Land Rover, la cabina del vehículo se interponía entre él, el jardín y la puerta de ingreso al salón que estaba uno cuarenta metros de distancia.Cuando rodeé el todoterreno para llegar hasta él me llevé la gran sorpresa, pues estaba orinando como si tal cosa, me quedé petrificada en el lugar mientras él continuaba en lo suyo ahora mirándome con una pequeña sonrisa; convengamos que es muy probable que el verdadero Luís Miguel tuviera mejor estilo para mostrar sus atributos masculinos pero podemos coincidir que este Luís Miguel mostraba el suyo no sólo con orgullo sino con total desfachatez.Cuando hubo terminado no la guardó, por supuesto, dejó que colgara flácida luego de sacudirla un poco para sacarse las últimas gotas de su orina, así las cosas yo también tenía que mostrar mi jugada por lo tanto miré para un lado, luego para el otro y una vez que comprobé que nadie nos miraba metí mis manos debajo de la falda ante su atenta y sonriente mirada para quitarme mis bragas muy lentamente, para ello apoyé una de mis manos en el Land Rover, sin agacharme ni nada, saqué primero una pierna y luego la otra; casi sin demora el diminuto puñado de encaje negro fue a dar al bolsillo de mi saco. Extendió su mano, le dí la mía, de inmediato dio un leve tirón de su parte que desencadenaron tres cosas casi de manera simultánea: ...
    ... primero nos estrechamos en un abrazo; luego nos besamos y esto merece cierta reflexión, tal vez no fuera Luís Miguel, de hecho no lo era, pero besaba una maravilla, con intensidad, con ganas, empujando con firmeza su lengua contra la mía y por último con la misma mano que me había ofrecido llevó la mía hasta su flácido sexo que agarré de inmediato para comenzar a meneárselo.Un momento después hizo que me apoyara de espalda contra el vehículo, se agachó mientras levantaba mi falda, sin dudarlo ni un segundo su rostro se hundió entre mis piernas para dejar que la lengua hiciera un magnífico trabajo en mi clítoris, no sólo quise mostrarme más que dispuesta a gozar la improvisada sesión oral sino que separé un poco más mis piernas en tanto que una de mis manos hundía mi bajo vientre con la intensión de levantar más arriba mi secretísimo botoncito de placer dejando que Luís Miguel me proporcionara una de las mayores delicia de esa noche. Y no decepcionó, para nada. Con una mano me apoyé en su hombro durante mi vehemente y profundo orgasmo; un segundo después tenía la punta de mi saco a la boca para morderlo con fuerza ahogando, así, la intensidad de mi clímax con lo cual quedó su cabeza debajo de mi falda pero a Luís Miguel no pareció importarle, pues, se lo venía -y sentía- muy entusiasmado en continuar moviendo su lengua entre mis labios mudos. Visto desde arriba, era como si tuviera una pelota delante de mi vientre; después me pareció cómico dicha situación.Pero Luís Miguel no se ...