Quitandome mis bragas ante él
Fecha: 17/08/2019,
Categorías:
Infidelidad
Autor: murgis, Fuente: RelatosEróticos
Lo conocí durante la fiesta de casamiento de un amigo de mi marido, apenas lo ví noté su increíble parecido con mi cantante romántico preferido, Luís Miguel, no voy a decir que era una gota de agua pero en gran medida se parecía bastante. El tipo se dio cuenta que me llamaba la atención, el problema era que él también estaba comprometido, su mujer lo tenía bien vigilado, no era para menos, después de todo esa clase de hombre era el bocado de cualquier mujer que se precie. La verdad yo parecía una mocosa adolescente, súbitamente me sentía atraída hacia él, disimulando lo mejor que podía miraba lo que hacía y aquello que no en tanto bailaba con mi marido, cuidaba mis hijos, bebía de a sorbo de mi copa de champagne o comía algún que otro bocadito.Como en toda fiesta de casamiento siempre hay pequeños rituales que son insalvables que hacen que el ritmo de la fiesta vaya variando, que las fotos con la torta, que el vals, que la ceremonia de las ligas, el baile en general y así. En uno de esos paréntesis, con la excusa de ir a averiguar qué estaban haciendo los niños salí del salón en dirección a los jardines, mi marido estaba tan entretenido conversando con algunos de sus amigos que casi ni notó mi ausencia.Antes de salir a los jardines busqué con la mirada la copia de Luís Miguel, ví que estaba en su mesa, abrazado a su mujer, con quien parecía tener una animada conversación; en un segundo nuestros ojos se encontraron, sonreí, entonces encaré la noche. He de reconocer que era ...
... un hombre muy elegante, lucía un traje negro, camisa blanca, corbata azul marino de seda, zapatos acordonados lustrados de manera impecable, cada tanto había visto como la mano de su esposa repasaba la solapa del saco, algún detalle de la camisa, el nudo de la corbata; lo sorprendente era que a esa altura de la fiesta se conservara tan impecable con sus ropas como si recién llegara. Esa noche yo había elegido ir con una blusa color salmón, un saco corto, una falda de chiffón, con sandalia y cartera haciendo juego, además llevaba mi cabello suelto peinado con falso ensortijado como si fuera natural; fue una suerte que desistiera llevar medias finas.La fiesta estaba en su apogeo, en un salón rodeado por un basto parque donde había juegos para los niños, amplio estacionamiento y en un sector un enorme jardín muy bien cuidado, con árboles y bancos en los cuales sentarse. Mis hijos no estaban ahí pero fingí buscarlos dando un corto paseo, en realidad guardaba la secreta esperanza que Luís Miguel se deshiciera por un momento de su María Carey y prefiriera, por un momento, darse una vuelta bajo la noche estrellada.Me senté en uno de los bancos a esperar, de pronto la figura de mi Luís Miguel se asomó en la puerta, decidido encaró hacia la playa donde estaban los autos, con seguridad iba al suyo, para darle un margen de posibilidad me levanté, volvimos a mirarnos, él continuó su marcha hacia el estacionamiento, yo decidí seguirlo por las mías como si tal cosa, cuando descubrió que ...