Mi esposa fue feliz esa noche con otro hombre
Fecha: 14/08/2019,
Categorías:
Fantasías Eróticas
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
Hoy día les voy a contar la segunda parte de la historia que envié ayer y que por cierto les aseguro es totalmente verídica, incluso esta vez les voy a dar el nombre verdadero del que es amante de mi mujer con mi consentimiento y el nombre de ella y mío.
Después que mi mujer me dijo que estaba que me moría de ganas por verla en brazos de otro hombre, tuve que reconocer muy a mi pesar que era cierto, no se lo que me pasa, pero es tan excitante imaginar a tu mujer en brazos de otro hombre. Antes de nada debo confesarles que antes de que pasara todo esto entre mi mujer y yo se estaba perdiendo el amor y el deseo, ahora hemos vuelto a ser como cuando nos casamos, hacemos el amor todas las noches y nunca nos aburrimos.
La siguiente noche le dije en son de broma que estaba dispuesto a complacerla solo por esa noche pero solamente en fantasía, no en vivo y directo, me dijo que se lo explique más despacio. Le dije, mira esta noche vamos a hacer como que si yo fuera tu soldado Toño (ese es el nombre de mi rival) y tú vas a actuar como si todo fuera realidad. La idea le pareció excelente.
Esa noche les dijimos a los niños que si querían ir a dormir con su tía y primos y aceptaron encantados. Compré una botella de vino afrodisíaco marca Night Train y preparamos el terreno.
Ella se puso la misma bata de esa noche que la penetraron por atrás por solo tres minutos y se asomó a la ventana. Hicimos el mismo ritual. Yo sentado en la banquita conversando con ella asomada en la ...
... ventana en la misma silla de aquella vez, tomando vino. En el espejo se reflejaba la transparencia de su bata y su tanguita blanca. Cuando ponía los brazos en el marco de la ventana, sacaba más la cabeza y brotaba su rabito (así había hecho la noche que fue feliz por tres minutos), se le veía el comienzo de sus nalgas y un pedacito de la tanguita. Que bello espectáculo tenía ante mis ojos, era para comérsela ahí mismo. Ahora entiendo a ese muchacho cómo se habrá sentido mirando esas nalguitas provocativas y tengo la seguridad que él desde que la vio salir a mi mujer con esa batita cortita y transparente y con esa tanga tan pequeña, ya estaba seguro que se la iba a comer esa misma noche, por que ninguna mujer sale con esa ropa cuando no quiere provocar a un hombre y ella estaba haciéndolo descaradamente y se hacía la inocente.
El caso es que seguimos el juego y cuando ya entramos a continuar lo empezado, la arrodillé en el mueble y empecè a besarle el huequito, tal y como había hecho su militar (mi mujer no toma y ese vino la había puesto tan excitada que parecìa otra ). Yo le decía, que te pasa amor que estàs diferente, pareces de esas mujeres de la calle y me respondía que era por causa del vino y que no hable más que sigamos con el juego. Bueno, al abrirle el rabito después de tantos besos y lamidas, me decìa: Toño que rico me lames (tengan en cuenta que mi nombre no es Toño sino Rodrigo) y seguìa: Toño, siempre me gustaste, desde que te vi en el balcòn de tu cuarto me dije, ...