La traicion de un sueño
Fecha: 28/07/2019,
Categorías:
Intercambios
Autor: cliksexy, Fuente: RelatosEróticos
... mientras mi lengua empezaba a fijar el objetivo en su clítoris. Sus gemidos iban a más y comenzaba a moverse y restregarme su coño por mi cara. Yo agarré con firmeza sus muslos, para que mi lengua no perdiese ni el ritmo ni dejara de pasar por su dilatado clítoris, mientras que ya eran dos los dedos que tenía en su culo. No tardó en correrse, con un orgasmo intenso y largo. Saqué los dedos de su ano, se retiró de encima mía y me los limpìó, propinándome una mamada en los dedos del mismo calibre que lo había hecho en la polla. Mi mujer se quitó las bragas y se sentó encima mío, clavándose mi polla hasta el fondo. El calor que pude sentir y la delicia de sus flujos empapando mi pelvis fueron indescriptibles. Comenzó a cabalgarme, con sus manos apoyadas en mi pecho. Yo me acomode sobre mis codos para besarla con lujuria. Ella intesificó la cabalgada al tiempo que con una mano se masturbaba con frenesí. Nuestra amiga tenía sus tetas en las manos, haciendo que la erección de sus pezones estuviese siempre al limite, con un masaje sin igual. La situación empezaba a superarme, sentía que la corrida estaba llegando y que iba a ser tremenda. Mi mujer paró un segundo, lo sufuciente para sentarse en cuclillas y hacer que me doliera la polla al sentir que había llegado a lo más profundo de su coño. Y comenzó a moverse ahora con más lentitud pero mas profundidad, yo metí mis manos bajo su culo, ayudando y acompasando sus embestidas. Sus tetas se movían a ritmo, sin que sus pezones fueran ...
... liberados en ningún momento por las manos de nuestra amante. La visión de mi mujer con una mano en su coño, masturbándose mientras follaba como una ninfómana y un mirándome con unos ojos llenos de lujuria y deseo, una tía buenísima acompañando el movimeinto de las tetas de mi mujer, sentada a horcajadas en la cama, mostrándome su coño todavía brillante de la corrida que había tenido un momento antes fue el detonante de un orgasmo de la hostia. Momentos antes de correrme se tensaron los musculos de mi cara, por lo que al advertirlo mi mujer se quitó rápidamente de encima y envolvío mi polla con sus tetas, terminando con una paja cubana maravillosa que hizo que me corriera. El primer envite de leche golpeó la barbilla de mi mujer, para luego seguir esparciéndo mi semen por sus tetas. Cuando termine de soltar leche, se acercó y me beso. Yo la abracé. Cuando abrimos los ojos vimos que nuestra amiga se había colocado su vestido y sonriendo salío por la puerta que dirigia al salón de la casa con un
- “Hasta la próxima, ha sido un auténtico placer”.
- “Gracias igualmente” Respondimos casi a la vez.
Nos vestimos y salimos por la terraza para irnos a casa.
Todo esto es la descripción, mucho más detallada, de un sueño. Un sueño que tuvo mi mujer. Un sueño que traicionó su subsconciente y que permitió y además disfrutó de que otra boca y otro coño probaran mis labios y mi polla.
A ella va dedicado este relato. Con todo mi amor y mi deseo. Por lo que me hace disfrutar en ...