1. Una fuerza demasiado poderosa como para resistirse


    Fecha: 28/07/2019, Categorías: Incesto Autor: solotulosabes, Fuente: CuentoRelatos

    - ¿Te apetece tomar algo?, estoy al lado de tu oficina
    
    - Dame 15 minutos y bajo.
    
    - Avísame cuando estés cerca
    
    - ok
    
    Eran las 7 de la tarde y aun tenia trabajo encima de la mesa pero por suerte no era demasiado urgente. Observe como mi instinto desplazaba el puntero del ratón por la pantalla guardando los cambios del documento, y de forma traicionera, sin que pudiese impedirlo, fue cerrando los programas uno a uno hasta que Windows se despidió de mí.
    
    Reclinado en mi sillón, mientras la pantalla de mi ordenador se fundía a negro, me quede absorto mirando a aquella pantalla, por un momento me pareció ver en ella, escenas de los dos últimos meses. En esos meses, Julia había trastocado una parte de mi rutina diaria. Desde aquella primera cita, en la que follamos mientras conversaba por teléfono con su madre, hasta hoy, mis tardes noches de trabajo se convirtieron en tardes noches de sexo corporal, emocional y desgarrador.
    
    No sabía que me esperaba, pero seguro que sería mejor que el informe comercial que acababa de cerrar. Mire el reloj, ya habían pasado 10 minutos por lo que me dispuse a salir. Ya en la calle, el gélido aire de enero me azotó la cara, por lo que me resguarde lo mejor que pude bajo el abrigo y la bufanda. El frío me forzó a apurar el paso y, conforme cruzaba aquellas calles la noche iba cayendo sobre ellas. Odiaba aquellas tardes de invierno en las que anochecía tan temprano, pero a pesar de eso, y de que el tiempo no era demasiado agradable, se ...
    ... empezaban a ver grupos de gente por la calle y en los bares del centro.
    
    Habíamos quedado en uno de los clásicos cafés de la ciudad, el Van Gogh, un local tranquilo con aires bohemios prefabricados, pero era agradable para tomar un café en esas frías tardes de invierno. Cuando me encontraba a escasos metros del local, le envié un whatsapp tal como me había pedido.
    
    - Estoy llegando, en 3 minutos aproximadamente estaré ahí.
    
    - Vale, estoy con mi madre. Siéntate en la mesa de enfrente, date prisa que por ahora está vacía.
    
    Su respuesta me descolocó completamente, la escena de ambos follando mientras oía la voz de su madre, mi antigua compañera de colegio, retorno a mente.
    
    - ¿Tu madre?
    
    - Si, no te preocupes. Hazme caso
    
    Me quede parado frente a la puerta del café, no sabía si darme la vuelta o entrar. Los juegos de Julia me gustaban, me excitaban y me llevaban al límite pero aquella situación me desconcertaba. No recordaba cuantos años habían pasado desde la última vez que me encontré con su madre, creo que fue en la cena conmemorativa de los 20 de nuestra promoción del colegio, y nuestro cruce de palabras se había limitado a las típicas frases de cortesía sobre el paso de los años.
    
    Tras el cristal de la puerta pude ver a Julia hija y Julia madre, conversando animadamente, y frente a ellas la mesa que debía ocupar, que como me había dicho seguía vacía, esperándome. Una mezcla de excitación y prudencia se apodero de mí, si me sentaba en aquella mesa tendría que ...
«1234...»