Yo puta
Fecha: 22/06/2017,
Categorías:
Hetero
Autor: nena2221, Fuente: RelatosEróticos
... sin mas se desabrocho el pantalón, y comencé a chupar con todas mis fuerzas, mientras el vendedor me penetraba con ese enorme vibrador, hasta que de pronto el chico dijo, “No lo puedo creer. Le entro todo” le di las gracias y dije solo permíteme terminar con el señor que tan amablemente nos a ayudado, seguí chupando hasta que el cliente eyaculo en mi boca, succione todo, hasta la última gota, no se derramo absolutamente nada. El cliente se subió la cremallera y salió del local de inmediato yo me vestí guarde los vibradores en sus cajas y me dirigí al mostrador para pagar mis nuevas adquisiciones, y dar una última sorpresa al chico. Le dije, me llevo los cuatro; reviso las cajas para hacer la nota y se percato que uno de los vibradores anales de unas 6” no estaba en su caja, y le dije no te preocupes, ese me lo llevo puesto y le guiñe el ojo. Le pague metió todo en una bolsa de color negro y salí del local, al salir me cruce con la vendedora, y he de confesar que me sentí mucho mas puta que ella.
Encontré muy cómodo conducir el auto con ese vibrador en el ano, pues con las vibraciones del auto, topes, baches, subidas y bajadas me ponía a mil y desde entonces era muy raro que saliera de casa sin ese juguetito metido en mi ano. Pero los años pasaban y no lograba ser violada de nuevo.
Cuando cumplí los 20 años me mude sola a un departamento así que mi juego de la mitad de mi vida ahora ya no era solo un juego, era un modo de vida, apenas regresaba de la oficina y me vestía ...
... de mujer, y me entregaba de lleno a mis juegos de autosatisfacción, pero pronto comencé a desesperarme y ya no sabía qué hacer para sentir ese dolor, ese miedo y esa satisfacción que me hizo sentir el pintor, la satisfacción de que me violaran, aun tenia sexo con algunos amigos y amigas pero la obsesión de ser violada, esa búsqueda de mi pintor, no me la podía quitar de encima, un día decidí hacer algo a lo que nunca me había atrevido, vestirme de mujer y salir así al mundo, me daba mucho miedo pero no se me ocurría ninguna otra forma de lograr despertar el interés de algún semental que quisiera violarme. No cogerme, no, eso era fácil, quería que me violaran, que me tomaran por la fuerza y me introdujeran un pene duro con violencia y saña sin compasión sin importarle en nada a mi atacante mis sentimientos, como si fuera yo la más despreciable de las putas.
Me fui de compras, compre una minifalda escocesa roja, una sudadera blanca universitaria, me compre unos zapatos negros de tacón alto de 12 cm con plataforma, me depile todo el cuerpo, fue un ritual que duró 3 días todo debía ser perfecto. Al final el resultado fue asombroso, me veía realmente hermosa, cuide todos los detalles, ropa, peluca, zapatos, perfume todo, parecía una putita inocente, así pues tome valor y a las 10 de la noche de ese 16 de junio de 1994 salí vestida de nena de mi departamento, subí rápidamente a mi auto con el bolso en el hombro y comencé a conducir.
Vague por la ciudad sin éxito alguno, pero ...