Putito para todos 08 Fin de trimestre, Andrés me deja solo…
Fecha: 25/07/2019,
Categorías:
Gays
Autor: Alvaro-L-de-H, Fuente: SexoSinTabues
... -volvió a envolvernos el silencio, pero sentía un lazo de unión con Andrés que nunca sentí hacia algún otro ser. -¿Por qué te preocupas por mi? – volví a repetir mi pregunta anterior, seguía sin soltar su mano, como si fuera mi salvavidas, el cordón umbilical que me transmitía su seguridad y fuerza. -Tu padre me paga para que me ocupe de ti. –sabía que mentía, su mano se había vuelto fría de repente. -¿No me quieres nada, nada?, ¿todo es por el compromiso adquirido con papá? -de pronto sus ojos le brillaron como estrellas, como si fueran a salir torrentes de lágrimas de ellos. ¿No te das cuenta Ángel? ¿No notas lo que puedo sentir por ti? -dejó su vaso en la mesa y abrigó mi mano entre las suyas, la mía estaba caliente y las suyas frías como el hielo, a pesar de ello me transmitían un extraño sosiego y me daban calor. Comenzó a hablarme escupiendo las palabras, como si sintiera rabia al tenerlas que pronunciar. -¿Nunca te has dado cuenta de lo que siento por ti?, ¿nunca has visto en mi algo diferente?, ¿cómo te miraba adorándote desde que tenías menos de diez años y Joky te llevaba de la mano para entrar al colegio? -Yo no te quiero Ángel, te adoro, te amo como un tonto que persigue un imposible desde siempre. –parecía que iba a llorar pero se mantenía entero, mi corazón daba saltos cuando él me hablaba con ese sentimiento tan hondo, aunque no entendiera del todo el significado tan profundo de sus palabras. Me lo había dicho de otra forma pero en resumen yo entendí que me ...
... quería y mucho, más de lo que yo podía asimilar en este momento. Creo que era la primera vez que me besaba, en la palma de mi mano aplastando su rostro en ella con sus labios muy calientes en contraste de sus manos. Me le quedé mirando y analizando su expresión. -Yo tambien te quiero Andrés. –tiré de sus manos para devolverle sus besos en ellas como él había hecho. El público presente nos miraba y había niños delante, no hubo mas manifestaciones de cariño aparte de nuestras miradas, pero de momento fue suficiente. Me invitó a comer en un restaurante de al lado, en el camino hasta él tuve envidia de unos niños que jugaban tirándose bolas de nieve, hice una y se la lancé, no golpeó a ninguno, pero la reacción fue ver llegar las bolas volando y golpear en mi cara y mi pecho entre las risas de Andrés y las mías que no pudimos contener. Tuvimos que escapar del bombardeo escuchando los gritos de sus papás pidiéndoles que dejaran de tirarnos las bolas de nieve. Después de comer volvimos a la ciudad, me llevó hasta un edificio que resultó ser una clínica, sentía miedo a pesar de llevarme cogido del brazo, habló con una recepcionista en el mostrador y nos pidió que esperáramos. No dejaba de sostener mi mano hasta que nos avisaron para pasar a la consulta. El doctor que nos recibió se parecía algo a su primo Luca y razoné que se trataba del tío de Andrés, me sentía bien ante él y sus brillantes lentes de cristal sin marco me hipnotizaban. Recibió a Andrés con un ligero abrazo y a mí me ...