Putito para todos 08 Fin de trimestre, Andrés me deja solo…
Fecha: 25/07/2019,
Categorías:
Gays
Autor: Alvaro-L-de-H, Fuente: SexoSinTabues
... estaba libre de nieve. -Si no hubiera nieve te llevaría hasta el acantilado, es muy bonito lo que se ve desde el borde. –me había quedado quieto mirando el nevado paisaje, los montes lejanos blancos y refulgentes, los prados que bajaban con suavidad hasta el acantilado, y los que ascendían entre separaciones de zarzas marcando las diferentes fincas de praderas, que cuando la nieve se fuera aparecerían verdes y jugosas. -Llévame Andrés, no pasará nada. –no sé porque sujeté su brazo al hablar tan espontáneo. Miró mi mano sujetando su brazo y nunca había visto esa sonrisa llena de tanta luz en otra boca. -Volveremos a venir y te prometo que bajaremos a las playas que hay abajo para jugar con las olas y coger conchas de mar. –¡buff!, que forma de hablar tan bonita y sensual, sentía que sus palabras encerraban un doble sentido, una promesa que iba más allá de lo escuchado. Entramos en uno de los bares, estaba con poco público, en su mayor parte padres con niños que les había sacado para jugar en la nieve y no tenerlos encerrados en casa, nos sentamos en una mesa al lado de un ventanal que daba a las suaves laderas que bajaban blancas hasta el mar. Pidió dos batidos de chocolate caliente, y mientras calentábamos nuestras manos con el calor del vaso mirábamos el plomizo cielo que unía en la lejanía el mar con el cielo. -Ángel, quiero pedirte una cosa. –desvié mi mirada para mirarle, parecía tan preocupado, tan serio, esperé a que continuara. -Espero que confíes en mí, quiero que ...
... te dejes ver por un doctor. –el temor me estremeció, siempre he tenido miedo a los médicos y todo lo que esté vestido de blanco y huela a clínica u hospital. -Es un tío mío, el papá de Luca que ya conoces y puedes estar tranquilo, no te causará daño, en realidad es un hombre muy bueno. –le miré sin decir sí o no, recordaba aquella vez que me caí del columpio y me rompí el brazo, me prometieron que no me harían daño, pero ahora era Andrés quien lo decía. El momento en que cogí su brazo en el parking había pasado, no hubo otro contacto, quería que ahora me transmitiera su confianza agarrando mi mano, él no lo hacía y acerqué la mía para coger la que él tenía libre. -¿Por qué te preocupas por mi?, no me sucede nada malo, si lo hubiera mi padre me llevaría al doctor como otras veces. –no apartó su mano y apretó la mía estrechándolas. -Esto es un poco especial, tu padre lo sabe y me ha dado su permiso, falta el tuyo, el más importante para mí. –era un momento de emoción para mi tan grande, ver su interés hacia mi persona que no entendía. Andrés no era familiar mío y pensaba llevarme al doctor su tío, no sabía que pensar. No dejaba de apretar mi mano animándome a darle mi aprobación. -Si te dijera que no voy, ¿me obligarías? –me miró abriendo mucho los ojos. -Nunca, nunca te forzaría a hacer algo que no quisieras, si dices que no quieres ir no lo haremos, puedes estar tranquilo. -su mirada era limpia, pura como la nieve que veíamos a través de la ventana. -Si tu quieres iremos… ...