1. Mi hermana vive alzada


    Fecha: 24/07/2019, Categorías: Sexo en Grupo Autor: ámbar coneja, Fuente: CuentoRelatos

    ... en bombacha. Ella lo besaba con su pija en la mano, y encima me echó cuando le advertí que si no se vestía le diría al viejo. Claro que no iba a proceder de esa forma, y ella lo sabía.
    
    ¡dale nene, cambiate y ya fue… aparte, es mi novio, y es mi cama!, articuló impaciente.
    
    En cuanto me di vuelta para buscar ropa en mis cajones la oigo gemir y moverse haciendo que la cama golpee un poco en la mesita del equipo de música. No quise girar para mirar, hasta que la escuché decir que no tenía forros, y que mejor le acabe en la boca. Cuando los vi ella refregaba su entrepierna en su pene sin bajarse la bombacha, y justo cuando abro la puerta para salir, ella de un salto se mete la verga del flaco en la boca.
    
    A los 8 o 9 días, en otra de esas tardes de deberes escolares, la descubrí debajo de la mesa peteando a los tres varones que simulaban completar cuadros. Esa vez le guiñé el ojo a los tres y a Miriam, que es la piba que por ahí los acompañaba para que no me delataran. Mi hermana no solo se conformaba con mamarlos desesperada y con pajearlos ruidosamente. También les frotaba sus tetas desnudas en los pitos, se los escupía, gemía bajito, les besuqueaba las bolas y se emocionaba al poder lamerle el culo a uno de ellos. Además intentaba que Miriam se sume para ayudarle con tamaño arte. Pero la chica solo le decía:
    
    ¡basta Sonia, no seas tan puta nena, que después en el colegio se las vas a tener que mamar a todos!
    
    Miriam, al lado de la figura de Sonia no podía competir ...
    ... ni para el segundo puesto. Pero tenía cierto encanto con su inocencia aparente, ya que también hacía de las suyas.
    
    Lo terrible fue que cuando uno de ellos le acabó en la boca, Sonia se hizo pis con la bombacha puesta, que era todo lo que tenía. Allí entonces volví a interceder.
    
    La saqué del cerco que formaban las piernas de los varones, le di una cachetada en el culo y una un poco más suave en la cara. Les pedí a ellos que me cuenten por qué hacían eso con mi hermana y me senté a escuchar. Ninguno decía nada. Mis ojos se posaban enrarecidos en las tetas babeadas y con semen de mi hermana, en su bombacha mojada y en la mirada perdida de la piba. Cuando Sonia dijo que tenía frío le pedí que se cambie y limpie el piso.
    
    Todo fue consumiéndose en una calma inecxacta, menos para mi pija empalmada. Cuando fui al baño me re pajeé oliendo su bombachita meada. Recordé mientras lo hacía que Daniel me contó que una vez la vio en el colegio mostrarle la cola a dos pibes, y que no llevaba bombacha, ya que se bajó el pantalón y todo.
    
    Casualmente, a unos meses de la última vuelta que la vi actuar, Daniel cayó en cama con una gripe terrible.faltó al casamiento de su mejor amigo, se perdió un partido de futbol importante por el campeonato de la fábrica donde laburaba, durmió mal y tosió como un perro viejo todas esas noches. Ni siquiera pudo festejar sus 24 años.
    
    Aquel día fue el punto cúlmine para mi paciencia.
    
    Esa vuelta puse la pava para tomar unos mates con galletitas con ...
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