Heil mama (Cap. 1)
Fecha: 28/06/2019,
Categorías:
Poesía Erótica,
Autor: DocJoliday, Fuente: CuentoRelatos
... Uno de los motivos por los que se creía mejor que el resto de la familia era porque leía libros. Bah, que esa zorra pretenciosa leyese lo que quisiera. No le llegaba a mi madre ni a la suela de los zapatos.
Al llegar a la cocina vi que la luz estaba encendida. Cuando mamá no podía dormir a veces se hacía una infusión, así que seguramente era ella. Cuando entré comprobé que me equivocaba, era Merche. Estaba haciéndose un sándwich en la encimera, canturreando en voz muy baja. Iba descalza y llevaba un camisón azul muy corto que apenas le tapaba sus pequeñas y duras nalgas. Sí, mi tía era un incordio, pero joder, tenía unas piernas impresionantes, eso debía reconocerlo. Se dio la vuelta con el sándwich en la mano y no se sobresaltó al verme allí de pie, como si me hubiese escuchado llegar.
—¿Que hay, Paquito? —dijo, con su radiante sonrisa —. No te habremos despertado, ¿verdad? Tu madre y yo estamos poniéndonos al día.
—¿Al... día? —pregunté, algo aturdido.
—Sí, ya sabes. Hablando de ...
... nuestras cosas. —Pasó junto a mí y me dio una palmadita en el brazo —. Buenas noches, cielo. Que duermas bien.
Cuando me quedé solo en la cocina apenas recordaba a qué había ido allí. Bebí un vaso de agua y volví a mi cama. Por el camino, vi que la puerta de la habitación de invitados estaba totalmente cerrada. Me pareció escuchar susurros antes de entrar en la mía. Al tumbarme en la cama, me di cuenta de que la entrepierna de mi pijama parecía una tienda de campaña. Estaba empalmado como un mandril en celo. No pude evitar preguntarme qué hacía mi madre en la habitación de invitados a esas horas (ella siempre se acostaba muy temprano), si estaba sentada en la cama o tumbada junto a su semidesnuda hermana, si llevaba puesta su bata o solo el camisón que llevaba para dormir, ese que le tapaba desde el cuello hasta las rodillas pero que permitía intuir todas sus notables curvas. No me quedó más remedio que hacerme otra paja para poder conciliar el sueño, y esa vez no pensé en Marta Sánchez.
CONTINUARÁ...