Mi nacimiento y evolución en el sexo V Final
Fecha: 28/06/2019,
Categorías:
Incesto
Autor: argamedon40, Fuente: SexoSinTabues
... hasta que todo su hubiera normalizado. Cuando me despedí de Susana me dio un beso en los labios, me sorprendió al principio pero entendí que tampoco era algo anormal entre nosotros y que no tenía otras consecuencias. Me despedí de mi madre y de mi tía quien me dio un abrazo, que casi me saca sus tetas por la espalda. Volví a mis estudios, los fines de semana procuraba ir a casa, así que mis escarceos amorosos empezaban a escasear y consecuentemente mis pajas empezaban a aumentar. Me acordé de Elsa en varias ocasiones y pensé en llamarle y presentarme, pero hacía años que no la veía y no me pareció prudente. Aproximadamente un par de meses mas tarde, fui a casa un fin de semana. El sábado, cuando llegué, vi que mi madre y mi tía estaban en el jardín, me acerqué y les di un beso, mi tia me abrazó nuevamente sintiendo sus protuberancias en mi cuerpo y me acerqué a mi madre cuyo semblante había cambiado y comenzaba a ser la mujer guapa que había sido siempre, incluso tenía un color moreno que realzaba su cara y vestía algo mas alegre. Al ir a mi habitación pasé por la de Susana, me pareció oir gemidos al otro lado de su puerta, me paré y puse la oreja. Efectivamente, Susana estaba gimiendo. Llevado por la curiosidad, abrí la puerta con cautela y le vi en la cama con las piernas abiertas y metiéndose dos dedos en su coñito. Mi polla recordando viejos tiempos reaccionaba. Decidí pasar a la acción, así que entre sigilosamente, mi hermana tenía los ojos cerrados y cerré la puerta ...
... con suavidad. Me quedé allí quieto y manejando mi herramienta por encima de la ropa. MI hermana adivinó mi estancia porque abrió los ojos y tras una exclamación, se rio - Vaya, hermanito, me has pillado en plena faena. Y ¿ahora qué hacemos? - Hermanita, yo también estoy necesitado, así que si quieres nos ayudamos. La tía y mamá están en el jardín así que creo que no habrá problemas. Y me acerqué a la cama mientras me iba desnudando. Una vez allí le miraba. Su coñito tenía mas pelo que antes y ensortijado, sus tetas habían crecido, seguían duras, tiesas y, sus pezones como siempre parecían que despegaban. Me lancé a su coñito, mis dedos separaron bien su pelo y sus labios para que mi lengua tuviese el camino libre. Estaba mojada y su agujero abierto fruto del roce de sus dedos, así que le metí dos dedos y comencé a moverlos mientras mi lengua recorría el resto. Enseguida me cogió de la cabeza y presionaba para que no me desviase, me acariciaba el pelo y gemía, vaya si gemía. Tras unos minutos así, me puse de rodillas al lado de su cara y puse mi polla a su alcance; ella la cogió con una mano y la dirigió a su boca, su lengua la empapaba, la rodeaba y su boca la tragaba. Ya estaba cachondo y mi polla en su punto, así que me dijo: - Hermanito, quiero que me folles, siempre he deseado tener tu instrumento dentro pero nunca lo hicimos cumpliendo tu promesa. Ahora ya no hace falta, tengo preservativos. Se giró a la mesilla y sacó un preservativo, me chupo la polla nuevamente y me lo ...