Mi pariente me robó mi virginidad (Parte II)
Fecha: 23/06/2019,
Categorías:
Incesto
Autor: Esteban Jonás, Fuente: CuentoRelatos
... el programa, solo quería ver a mi primo, me encantaba su físico, era un hombre fuerte, tostado por el sol y por el calor de la herrería, su estatura era admirable, inspiraba rudeza y tosquedad, eso me encantaba, un hombre fajador.
Me paré del sofá de la sala y fui a atender a mi primo. Él me lanzó su mirada llena de lujuria, le ayudé a cargar sus herramientas para llevarlas a la parte trasera de la casa, excepto la máquina de soldar y el esmeril, con aquellas cosas no cargaría ni en sueños.
—Bien primo, aquí te dejo para que trabajes, cualquier cosa me avisas—dije y me fui a mi cuarto. Me quería poner aquel mismo short corto que me puse para la foto en Facebook y donde estaba roto lo rompí más, con la idea de provocar a mi primo.
Él había empezado a instalar sus máquinas y a tomar medidas de la puerta. Yo me fui a la cocina a fregar los platos del desayuno, de modo que quedaría en la visión de mi primo, ya que la primera puerta a reparar era la de la cocina. Mi grande y hermoso culo negro de mujer cimarrona parecía que quería desbordar el pequeño short. Creo que mi primo estaba en shock, no me dirigió ni una palabra, pero sabía que me estaba mirando, sabía que me deseaba con todos sus fuerzas, así como yo lo deseaba a él. Pero yo necesitaba una señal de él, un acercamiento, después de todo él era casado, y yo no quería ser rechazada, yo quería que las cosas se dieran bajo su decisión, con mucha ayuda mía, claro estaba.
Yo tiré la esponja al piso a propósito para ...
... recogerla. Quería inclinarme para que el me viera el culo en esa posición, me tardaría en recoger la esponja…
PRIMO CLAUDIO:
Siempre me ha gustado esa carajita, no sé por qué, aunque obviamente está bien buena, como para mamarle ese culo y esa cuca. Tengo otras primas que están más buenas que ella y no despiertan en mí lo que ésta chamita despierta.
Es mi prima y sería la gran cagada si mi mujer se llega a enterar de esto. Solo me hago la paja en nombre de mi prima, es lo que más puedo hacer, aunque esa mañana no pensé en la posibilidad de masturbarme. Ella quería que la cogiera, la carajita se puso ese short de jean que sabe que me vuele loco, donde la mitad de sus nalgas negras se notan. Ella se había inclinado a propósito para que le viera todo, el güevo lo tenía bien parado. Tenía que acercarme, mala leche todo, además, esto quedará entre nosotros, a ambos no nos conviene que esto no se sepa nunca.
YO:
Me había inclinado a recoger la esponja y también simulaba que reparaba algo de la tubería del fregadero, cuando de pronto sentí a Claudio detrás de mí. Se había acercado de tal manera que su pene rosaba mis nalgas, lo hacía levemente en realidad, como indagando o esperando mi señal “de luz verde”, y le di luz verde, le di la señal, yo recosté con ahínco mi gran culo sobre su pene que estaba bien erecto y sujetado por su bóxer y pantalón y, me quedé allí un rato.
— ¿Qué se te cayó, Lolita?—me preguntó él, sin echarse hacia atrás, sin evitar el tacto de mis ...