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Los perturbadores mensajes de mi hermana (parte I)
Fecha: 23/06/2019, Categorías: Dominación / BDSM Autor: juliomarkov, Fuente: CuentoRelatos
Faltaba menos de un kilómetro para llegar a la estación. Aquel incómodo estremecimiento que había comenzado en la mitad del viaje y que rápidamente había llegado a tomar todo mi cuerpo, ya conjeturado como manifiesto síntoma de ansiedad por el reencuentro, me hizo sentir el hombre más feliz del mundo. Habían transcurrido dos años desde mi última visita. En ese tiempo, pocas veces habíamos consolado nuestra distancia a través de comunicaciones virtuales, un poco por culpa de nuestras demandantes actividades y otro poco por la escasa afinidad de Valeria a las cuestiones tecnológicas. Vale es acérrima defensora del contacto real: contante y sonante. Y era cuestión de minutos para que el esperado contacto se materializara. El tren por fin se detuvo. Apenas puse un pie en el andén, levanté mi cabeza y los vi; me dirigí hacia ellos con paso urgente. Mi equipaje me persiguió dando saltos desordenados. Las ávidas rueditas de la pesada maleta rebotaban una y otra vez contra el suelo al mismo tiempo que una amplia sonrisa se iba dibujando en mi rostro. Allí estaba mi risueña hermana junto a su esposo Ernesto. Delante de la pareja, justo en medio de los dos, se encontraba el pequeño Francisco: ya todo un hombrecito de tres años y medio. Era imposible que el chiquillo pudiera recordarme. Seguramente me observaría con la gélida timidez con la que suele observar un niño a un desconocido con pretensiones de tío simpático. Sólo había que verlos… parecían una postal de la familia ...
... perfecta. Los amé en ese momento más que nunca. La conmovedora reunión estalló al influjo de besos emocionados y abrazos interminables. Agotada la euforia inicial, emprendimos el viaje en auto rumbo al reducto familiar. En poco más de veinte minutos llegamos al privilegiado barrio privado en donde se alza la bonita casa de dos plantas que me albergaría como huésped de honor durante una semana. Después de desempacar y terminar de establecerme en una de las habitaciones del piso superior, me reuní con la familia en la sala principal para brindar por el reencuentro. Allí referimos historias del pasado, hablamos de nuestro presente y también de nuestro futuro –el pequeño Francisco–. Con cierto dejo de nostalgia, mi cuñado contó –como ya lo había hecho en otras oportunidades– las vicisitudes laborales que lo habían obligado a mudarse lejos de su querencia y destacó el hecho de que mi hermana lo acompañara sin objeciones, apoyándolo en todo momento como devota y abnegada esposa, incluso teniendo que abandonar la cómoda estabilidad de su trabajo para luchar contra la incertidumbre que significaba conseguir un empleo nuevo en una nueva ciudad. Puedo decir que este hecho describe mejor que nada la naturaleza de Vale: la persona más hermosa del universo; constantemente preocupada por el bienestar de los demás; siempre con esa mirada tierna; con esa proverbial dulzura capaz de reblandecer al ser más áspero. Como buena hermana mayor, siempre ha sido protectora y condescendiente ...