Malena (3): Primeros tiempos
Fecha: 11/06/2019,
Categorías:
Fantasías Eróticas
Autor: relator23, Fuente: CuentoRelatos
... razón.
Aprendió a resistir, a conocer sus límites, a saber cuándo debía retirarse y descansar y se demostró a sí misma lo que era capaz de aguantar sin contar con su padre para apoyarla y aconsejarla.
Se fortaleció, pero la lucha la dejó exánime física y anímicamente después de un año de tanto esfuerzo y sufrimiento.
LAS MALDADES DEL HADO SE RETIRAN... TEMPORALMENTE
Nada es para siempre, pero nada es más largo que un dolor de muelas.
El año 1.989 estaba por terminar, y ella, con sus veinticuatro años y un hijo sin padre estaba dispuesta a recuperarse, a pesar de sus recurrentes estados melancólicos, depresivos y angustiosos en los que a veces se sumía durante días enteros.
Encontró la ayuda que necesitaba en sus hermanas y amigas. Determinó que era propensa a depresiones, a trastorno de ansiedad, a trastorno obsesivo y trastorno delirante, según le informó Deysi que había regresado a ejercer su profesión de siquiatra en la ciudad.
Ella, le enseñó entender lo que le ocurría, a controlar sus ataques de pánico y sus sensaciones mediante el control de los pensamientos y la respiración:
-tengo años acompañando a una tremenda loca, se burlaba Shay.
El padre de Malena, a pesar de los ruegos de su madre, se negaba a verla, Malena no entendía cómo alguien que había sufrido tanto por la separación de la mujer que amaba actuara tan fuera de sus cabales:
-Siente quevolvió a perderla con tú comportamiento, aventuró un día Deysi, que ahora fungía como su ...
... mentora-guía-consejera en el área de sus problemas mentales crónicos, genéticos y recrudecidos por sus traumas.
Vagaba sin recursos, pues el negocio de Francisco, a raíz de la ausencia de Macarena, habían bajado las ventas y hasta que ella no regresara y se reanudara en forma la actividad, no estaba en condiciones de seguirle pagando el sueldo. Se lo redujo a una pequeña ayuda que ella rechazó por orgullo:
-¡no joda, chica! Que pague su pensión alimenticia. Él sabe que Félix es su hijo, le decía Shay.
Pero no le hizo caso: No era necesario arrastrase por una miseria: “ya aparecería algo”.
Mientras tanto seguía vendiendo sus prendas. Las pocas que le quedaban eran las más valiosas y eran de las que les traían mejores recuerdos por ello le había costado desprenderse de ellas.
LA PRUEBA DEL DESTINO
Un día sábado. Shay y Melbia -que habían terminado por graduarse de abogadas- la invitaron a que las acompañara a una empresa donde ellas presentarían un examen de admisión para cubrir unas vacantes:
-Vamos chica -le rogaban insistentemente desde hacía unos días- para que salgas y dejes el encierro. Total, te sientas en una silla, nos esperas y después salimos a almorzar.
Ante la insistencia de sus amigas, aceptó -por complacerlas- pues pensaba que no tenía derecho a negarse a permitirles que quisieran ayudarla. Además, se sentaría apartada, las esperaría y luego se iría a casa. No tenía ganas de almuerzos, ese día tenía la depresión en su apogeo:
-se te irá ...