Malena (3): Primeros tiempos
Fecha: 11/06/2019,
Categorías:
Fantasías Eróticas
Autor: relator23, Fuente: CuentoRelatos
... (Azcunes) su catedrático, era famoso por su intransigencia y severidad.
Debido a que en sus planes, para avanzar en el pensum, no había flexibilidad suficiente como para la repetición de una materia, decidió probar a ver si sus atributos físicos e histriónicos podían colaborar en la resolución de su grave problema, pues había notado ciertas miradas de Azcunez en la dirección de sus piernas y más arriba.
Ya otras veces para conseguir uno o dos puntos extras que la salvaran de un desastre académico, había recurrido a pedir “clemencia extraordinaria” a algunos profesores y esas deudas habían sido saldadas con algunos besos, salidas a bailar y manoseos, pero nada de exigencias “mayores”.
Ella se arriesgó y le pidió clemencia al profesor Azcunez. El, pidió a cambio: “lo que se pudiera” en su oficina.
Ella consideró la oferta y con algunos remilgos de virgen acorralada entre la necesidad y la decencia: accedió.
Ella preguntó que: cuándo, y él le contestó que: ahora.
Le plantó algunos besos, no tan malos y ella se dejó subir la franela para que él pudiera explorar, besar y manosear lo que por debajo de ella había.
Ya las manos y la lengua del profe habían empezado a reconocer nuevas áreas, cuyos tanteos y lamidas le estaban causando una irremisible pérdida de la voluntad; tanto así, que sin ser consciente de cómo había llegado allí, ya estaba acariciando entre sus dedos al pájaro cantarín de su maestro que había salido discretamente de su jaula para que ella ...
... lo arrullara cariñosamente.
Cuando ella, ya arrodillada, se disponía a meterlo en su boca… Llamaron a la puerta, con insistencia.
Apenas hubo tiempo de medio arreglarse, pero, las señas que quedaban en el ambiente y en el vestuario (principalmente, porque su sujetador estaba en un bolsillo de la chaqueta del profesor, quien tratando de escamotearlo rápidamente a la vista del impertinente que interrumpía de modo tan inoportuno la salaz escena, solo logró hacerlo a medias). La actitud pasmada de los sorprendidos actores con sus excesivas caras de inocentes palomas, eran la mejor de las confesiones.
La profesora que asomó su cabeza por la puerta, jefe de cátedra del corrido profesor, se dio cuenta inmediatamente de lo que allí había pasado, o hubiera pasado, si ella no irrumpe en el momento que lo hizo.
Bueno, era una universidad privada y no era conveniente que cosas como esas se “divulgaran”, (Malena tomó nota de que la profesora no había dicho: “sucedieran”).
-Lo dejarían pasar, era mejor no comentar con el resto del alumnado y mucho menos con los padres: ¡que esto no salga de aquí! concluyó.
Fue algo privado y Malena notó que era más bien un teatro montado para que ella se atemorizara ante la posibilidad de ser expulsada.
De todas maneras lo que le importaba era que el profesor le había pasado la materia y el asunto no tuvo ninguna otra secuela, pues hasta el sujetador lo había recuperado.
EL HADO SE MANIFIESTA
Ni el cielo ni el infierno son para ...