Malena (3): Primeros tiempos
Fecha: 11/06/2019,
Categorías:
Fantasías Eróticas
Autor: relator23, Fuente: CuentoRelatos
... escritorio y su mini falda dejó al descubierto sus maravillosas piernas regordetas que lo hacían enloquecer, ella las abrió un poco mientras esperaba lo que él le iba a comunicar.
Se lo imaginaba y lo necesitaba, pues también había sacado sus cuentas y al perder una amante necesitaba substituirla por otra… Jenny, era la elegida, pero estaba haciendo un viaje de negocios… momentáneamente, por lo tanto, debería aumentar la extracción de bienes y servicios a Francisco.
Él deslizó su mano por entre sus muslos hasta que llegó al punto donde al unirse se transforman en la bisagra que en Malena poseía unas características de abultamiento abundancia y jugosidad notables. Sin dejar de mirarla a los ojos comenzó a pasar el dedo por el lomo de la gata hasta que empezó a sentir que se estremecía.
-¿Es eso lo que querías decirme?
El reaccionó, pues se había dejado llevar por el momento y había perdido su concentración. ¿Pero, coño, cómo se hace para no desconcentrarse con algo así?
-¿Podemos hacerlo varias veces a la semana? Era lo que te quería preguntar cuando te llamé. Su dedo seguía trabajando con suavidad el lomo de la gata.
-¡Claro! Contestó ella con una sonrisa que no pudo evitar pero con la voz un poco lenta por el placer que le estaba subiendo y bajando desde su brecha. Le tomó acariciadoramente la cara con sus manos. Se subió su corta faldita a pesar de que no quería que se arrugara -pues ese día tenía clase con un profesor que adoraba que se pusiera ...
... precisamente esa- pero el momento era decisivo.
-Me gusta de mañana, confirmó él.
-A mí también. He descubierto que soy mañanera y… ya que Macarena no está ¿Puedo gritar? Le interrogó acercándole la cara.
-Todo lo que quieras, su dedo ya había entrado.
-¿Puedo empezar a gritar ahora? Preguntó mientras se tendía boca arriba en el escritorio de su jefe. Levantó un poco sus nalgas y sacó su falda.
-¿me quitas la pantaletica, por favor?
No sin dificultad él extrajo de entre sus poderosos muslos, su pequeña prenda, le abrió sus piernas y le besó una rodilla: -acuérdate que tengo clases a las cinco… le dijo ella, antes de cerrar los ojos.
-mañana lo hacemos en forma, quiero probar hoy algo que me tiene sin descanso desde hace tiempo, ¡voltéate! Le ordenó él.
Ella no lo obedeció.
-Mi rey, acuérdate que “por allí” ¡no!, le musitó.
-No te preocupes, ya sé que no quieres “por allí”. Es algo que quiero probar a ver si te gusta y yo me doy ese gusto, ¿te volteas?
Ella lo obedeció.
Después de besarle y lamerle las nalgas, que le provocaban ansias canibalescas, las abrió bien y sumergió su cara entre ellas de manera de alcanzar todas sus cuevitas con la misma lengua, los mismos labios y las mismas ganas.
Ella no tardó en comenzar a gritar de verdad y poco tiempo después le regaló un orgásmico flujo que la rebañó sus labios.
Cuando lo hubo logrado, la enchufó con su taco y le regaló un par de buenos orgasmos adicionales. Tuvo que contenerse para no violarsu ...