1. Las desventuras de Elena (6)


    Fecha: 08/06/2019, Categorías: Poesía Erótica, Autor: señoreduardo, Fuente: CuentoRelatos

    ... bambú.
    
    La esclava miró ese instrumento de castigo y se afirmó en su decisión de mostrarse sumisa y obediente.
    
    "Que me cojan no es lo peor que puede pasarme aquí" –se dijo.
    
    -Vamos, puta, que te están esperando. –intervino la carcelera. Elena se puso de pie y se dejó conducir por Wanda y Julia hacia la sala.
    
    Los ocho hombres se adelantaron hacia la puerta entre expresiones obscenamente admirativas cuando vieron a Elena, que en una rápida mirada advirtió que sus edades oscilaban entre los cincuenta y los sesenta años.
    
    La llamaron potra, yegua, perra, puta, entre otras "lindezas", mientras le prometían llenarla de leche y la manoseaban a gusto por todos lados.
    
    Después de esos arrestos de excitado entusiasmo Wanda les presentó a Julia.
    
    Uno de los Amos, después de estrecharle la mano, le dijo:
    
    -Permítame agradecerle el obsequio de tan hermosa hembra, Ama Julia.
    
    -Será un gusto para mí verla en manos de ustedes, mi estimado señor. –contestó ella.
    
    El que había hablado tomó a Elena de un brazo y llevándola hacia el centro de la sala le dijo:
    
    -Bueno, puta, ahora vas a desvestirnos. –y los ocho formaron un círculo alrededor de ella. Todos llevaban ropa liviana, remeras, bermudas, medias deportivas y zapatillas, que la esclava debió quitarles mientras ellos reían y la manoseaban.
    
    Julia observaba la escena sentada cómodamente en un sillón, pensando que aquello representaba a la perfección esas fantasías de puta que Elena le había contado.
    
    Cuando los ...
    ... Amos estuvieron desnudos Elena reparó en las vergas de tres de ellos, que aun cuando no estaban del todo erectas impresionaban por lo largas y gruesas.
    
    Uno comenzó a efectuar movimientos masturbatorios, pero el que estaba a su lado le dijo:
    
    -No, Ricardo, que sea la puta quien nos ponga en forma con su boca.
    
    Todos se mostraron de acuerdo y Elena debió arrodillarse y empezar a mamar una a una todas esas pijas que pronto estuvieron bien duras y listas para entrar en acción.
    
    Entre ellas sobresalían esas tres cuyas dimensiones asustaron a la esclava.
    
    "¡Dios mío! No pensé que existieran realmente de semejante tamaño!" –se dijo en medio de un escalofrío.
    
    -Bueno, señores, ya estamos listos. –dijo uno de los Amos blandiendo su verga. –Empecemos a darle que para eso está aquí esta puta.
    
    -Calma, amigos, calma. Somos ocho contra una y habrá que organizarnos para gozarla mejor. –opinó otro de los Amos.
    
    -De acuerdo, de acuerdo. –dijo un tercero. Tenemos ocho vergas y la perra, tres agujeros. Hay que elegir a los primeros tres de nosotros.
    
    -Propongo algo distinto, para empezar. –se escuchó decir a otro. –Pongámonos en fila, que la perra se arrodille y nos vaya mamando a uno por uno hasta hacernos acabar.
    
    La moción fue entusiastamente aprobada. Se formó la fila con Elena de rodillas en uno de los extremos, frente a uno de los vergudos. Abrió la boca al límite mientras el Amo la sujetaba por el pelo y no bien le había entrado el glande el hombre presionó con su ...
«12...789...12»