Una perra a su servicio
Fecha: 27/05/2019,
Categorías:
Gays
Autor: Carl, Fuente: CuentoRelatos
Digan lo que digan y hagan los estudios que hagan, losmaricones siempre queremosverga. Sin enculada no hay placer.
La primera vez que me dieron por el culo no estaba preparado pero sí muy arrecho. Dolió no lo voy a negar pero la verdad, me enloqueció. Tenía 18 años, sabía perfectamente que me iban los hombres y me dejé coger por uno de 34, me doblaba en edad y lógicamente en rabo, el suyo era un tremendo mástil, venoso y de capullo súper gordo que el simple roce en mi entrada me hacía temblar.
Hay hombres que sencillamente te fascinan con solo verlos, los hay que su olor te hipnotiza, sus gestos, su sonrisa, su mirada. A mi me gustan mayores, maduritos descomplicados que lo único que buscan es usarte, echarte uno o varios polvos y satisfacernos mutuamente, nada de compromisos ni cosas raras, aunque si de rarezas hablamos...
Mi nombre es Marcos, tengo actualmente 29 años, trabajo en una empresa hotelera y soy un jefe intermedio, sobre mi hay superiores y claro, a mi cargo llevo subalternos y tanto en los de arriba como en los de abajo hay homosexuales como yo. He ligado en ambos bandos, me han follado bien y duro, he comido de todo hasta hartarme. Allí conocí al que es mimacho oficial y con quien mantengo una relación poco usual.
Tengo una fijación por eltravestismo un poquito enfermiza. Me encanta vestir de mujer y tener sexo como una mujer, cuido mucho los detalles, suelo maquillarme muy bien, tengo pelucas variadas, uñas y pestañas postizas, ropita muy sexy, en ...
... fin, lo que todacross o sissy debe tener en su armario para transformarse en una bella muñequita con el fin de ofrecerse a su hombre para la labor "conyugal". Mi "marido" es bastante liberal (nos pertenecemos exclusivamente cuando estamos amarrados) y por lo general ligamos con otros chicos juntos o por separado obviamente con las debidas precauciones, pero abiertamente tenemos sexo con quien nos apetece tenerlo.
Hace un mes llegó un huésped con el que tuvimos ciertos problemas y tuve que hacerme cargo yo. Finalmente lo llevé hasta su suite y una vez dentro muy educadamente me pidió algún contacto deamantes de compañía. Con cortesía le pregunté el tipo de persona que deseaba y me soltó que buscaba un chico como yo, que era gay activo y dominante y que estaba dispuesto a pagar muy bien por el servicio. En mis ojos se dibujaron los signos de dólares y sin pensarlo me ofrecí. El señor sonrió con sorna y dando un paseíllo a mi alrededor me dio una cachetada en todo el culo a la vez que medía mi masa glútea con su grandiosa mano. Frente a mi me tomó de la barbilla y clavó sus negros ojos inyectados en sangre en los míos, con su mano libre bajó su cremallera y sacó por el agujero de sus pantalones un tarugo descomunal que me lo hizo agarrar pero no verlo. Al tacto aquello tenía un grosor imposible, lo calculé con el diámetro de una lata de refresco. "Eso" fue creciendo en mi mano y mi ansia de ver lo que tocaba me estaba matando. Su olor me encantó, todo él olía a miel quemada, ...