1. Malena 2; Primeros Tiempos 2


    Fecha: 11/05/2019, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: relator23, Fuente: CuentoRelatos

    ... pensó llegada la hora de poner la apuesta sobre la mesa…
    
    -Acepto, le dijo ella, mirándolo con resolución.
    
    Francisco callaba. Esperaba. Aun no estaba seguro de lo que ella ofrecía a cambio de su silencio, aunque creyó entenderlo, pero con las mujeres nunca se sabe…que ella misma termine de clavarse en la estaca como el sapo cuando salta…
    
    -Todavía estoy muy cerrada y aún me duele un poco…si prometes tener cuidado…
    
    Ahora si era imposible la duda…se le había ofrecido… ¡aleluya!
    
    -Mi…mañana vente más temprano…antes de la hora… ¿puedes a la siete? Tartamudeó él su proposición. Estaba seguro que ella estaba entregada.
    
    -Sí. Claro…cómo quieras, pero, Francisco… le rogó inclinándose sobre el escritorio (lo que ponía al alcance de su vista y de su mano, si lo hubiera querido, el nacimiento de sus senos duros blancos y con algunas pecas)
    
    -Soy hombre de palabra y sabré tener cuidado si eso es lo que te preocupa…la interrumpió él… además sé guardar mis secretos…
    
    -¿Quieres que sea ahora?... ¿Quieres tocarme?
    
    -¡No!…No, mañana, mañana. Ahora te puedes ir. Tienes la tarde libre.
    
    Ella le sonrió y le dio las gracias con un mohín de alegría. Se volteó para recoger sus pertenencias. Él creía haber notado que redoblaba el movimiento de sus caderas y pronunciaba la posición de sus nalgas para que se notaran más, ¡Como si fuera necesario!
    
    La siguió observando atentamente mientras recogía sus cosas y se movía por la oficina con meneos un poco excesivos. Antes de salir ...
    ... volteó a mirarlo con sus grandes ojos marrones en una despedida muda desde el quicio de la puerta.
    
    Se marchó, y Francisco sintió que la oficina quedaba más vacía de lo que estaba y en silencio más profundo que lo común. Esa tranquilidad solo era perturbada por el suave y casi inaudible siseo del aire que emanaba del acondicionador; pero su sonido sutil, formaba parte del silencio, como el sonido de la respiración formaba parte del sonido interior del cuerpo y que solo se manifiesta cuando pensamos en ello.
    
    SU TURNO HABIA LLEGADO
    
    Ya hacía más de tres años que diariamente la tenía a su alcance, la había visto ir madurando y haciéndose mujer ante él. Los primeros meses fueron un suplicio, la vista de la fruta que no podía tocar la hacía más tentadora. Sus redondeces, curvas, protuberancias, valles, estaban allí a su alcance siempre, y ella con su maldad e inocente perversión, se complacía en mostrárselos como por descuido.
    
    Estaba seguro -por lo que había notado- que ya Macarena le había puesto más que la vista, al maravilloso ejemplar que por su complexión era del tipo que a ella le gustaban más. Bueno, había que dejar que se divirtiera.
    
    El conocía las inclinaciones lésbicas de su mujer desde que la descubrió, hacía muchos años ya de eso, enredada en la cama con la muchacha del servicio. Desde ese momento se propusieron por el bien del negocio y del patrimonio, seguir cada uno por su lado en lo que a actividad sexual se refería, pero manteniendo la unión conyugal. ...
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