Malena 2; Primeros Tiempos 2
Fecha: 11/05/2019,
Categorías:
Fantasías Eróticas
Autor: relator23, Fuente: CuentoRelatos
... gritos, e imprecaciones. La tenía en su poder, era suya, el trabajo era un éxito… la tenía enchufada a su poder del cual más nunca se libraría. Era como un pequeño gusano clavado por un alfiler, solo él tenía el poder de desclavarla.
Ahora podría concentrarse unos momentos, que sabía serian cortos, en su belleza, en su cuerpo macizo y hecho para el amor carnal, en su calor, en su aroma sensual, en sus ojos lagrimosos, en su boca que pedía piedad con voz ronca estragada por la resequedad de su garganta y por el placer que no dejaba de fluir, en sus redondeces que ahora le pertenecían, en su suave piel, en su angustia placentera que él le proporcionaba…y entonces se dejó ir… no profirió ningún murmullo, ninguna señal, solo se apalancó en sus nalgas y se lo metió bien adentro… era una maravilla mullida y hambrienta su hornillo…su pan estaba listo…
Se decidió a desenchufarla, al rato, después de mucho pensarlo. Era un acto de suprema voluntad abandonar ese sabroso cobijo.
Cuando pudo calmarse y se sintió un poco más fuerte se separó del apoyo que le proporcionaba su bajo vientre. Sacó sus manos de debajo de sus nalgas, mientras se fijaba que por las comisuras de sus ninfas, el semen remanente, junto con sus flujos salía a pequeños borbotones impulsado por los espasmos convulsivos con los que aún sus entrañas continuaban moviéndose independientemente de su voluntad, debido a la remanente actividad involuntaria de su musculatura vaginal, que después de una excesiva ...
... estimulación de sus entrañas y de una extremada proliferación de orgasmos consecutivos a la que no estaba acostumbrada aún le emergían.
Ella poco a poco fue recuperando su razón, su respiración normal y su voluntad y le faltó poco para preguntar: ¿Dónde estoy? Cuando abrió los ojos.
Una sonrisa se fue dibujando en sus labios muy lentamente mientras miraba a Francisco que se veía agotado por el esfuerzo. Le agradecía todos sus desvelos por ella. Él, la estaba enjugando con un pañuelo sin dejar de otear su expresión, que sería más o menos la misma que tenía la bella durmiente cuando fue despertada de su sueño.
No quiso seguir mirándola para no caer en ternuras que considerabas contraproducentes en ese momento. Se alejó de ella, mientras con voz que aparentaba serenidad le dijo:
-Recupérate mientras yo abro el negocio, pero apúrate porque nos tardamos mucho y Macarena ya debe estar por llegar.
Ella, se incorporó poco a poco tratando de recordar dónde estaba su ropa.
-Este tipo es un peligro para mi tranquilidad. Cuando dejé de contar los orgasmos, creo que iba por nueve o diez…me gustó demasiado, me puedo enviciar… ¿Y, ahora qué hago? Me tiene bajo su poder. ¡Coño, en qué peo me he metido! Pensaba ella, víctima de sus propias preocupaciones, mientras se vestía en el baño.
Parte del plan de Francisco, consistía en no prodigarse. Sabía que le había dado en el mero centro de la diana y que desde ahora, a menos que Félix fuera mejor macho, él sería su dueño de verdad, ...