La gatita sensual
Fecha: 24/04/2019,
Categorías:
Sexo Oral
Autor: Fuhror, Fuente: CuentoRelatos
A veces tenemos experiencias mientras somos jóvenes, cometemos errores y sufrimos consecuencias, pero también es una época en donde podemos volvernos salvajes y disfrutar muchos placeres, podemos tener una noche magnifica con alguien y que no lleve a algo serio.
Hoy quiero hablarles de una experiencia que me sucedió en el bachillerato y principios de la universidad. Para ese entonces yo contaba con 18 años de edad y aún no había despertado sexualmente; había tenido una especie de experiencia con mi novia de secundaria, pero nunca habíamos llegado al final. Llevaba un buen tiempo sin pareja desde aquellos días, pero había algo con una amiga mía.
Su nombre era Karina. Media un poco menos que yo, tenía el pelo negro y ligeramente encrespado. Su cara era como la de una niña y tenía una sonrisa bastante bonita. Su cadera era avispada y unos bellos ojos cafés.
Al principio no me gustaba, es más, tenía novio y tampoco convivía mucho con ella, pero tenía un “no sé qué” que me hacía hablar con ella. Su personalidad era muy relajada y bastante humorística. Un día, mientras los amigos que teníamos en común habían ido por comprar algo a la cafetería, fue cuando me di cuenta de lo hermosa que podía ser Karina en realidad. En nuestra preparatoria había un lugar donde uno podía relajarse un rato entre clase y clase, como una especie de jardín. Karina y yo nos quedamos descansando bajo el árbol donde solíamos reunirnos con nuestros amigos, mientras iban por su comida, y ella para ...
... variar se había quedado dormida.
Yo estaba acostado junto a ella, escuchando música (heavy metal por si se lo preguntan) y su ligera respiración fue lo que me hizo voltearla a ver. Fue cuando vi por primera vez a la verdadera Karina, no era la persona que creí que era cuando la conocí: una persona que le gustaba la cultura asiática y se reía prácticamente de cualquier chiste, por malo que fuera. Acostada ahí, al lado mío, parecía un ángel dormido, con esa carita tan inocente y a la vez dulce de infante. Al verla, con sus ojos cerrados, note que realmente era una persona bella. Sus labios estaban ligeramente abiertos, dejando entrever un diminuto agujero entre ellos. Sentí que algo se encendía en mí, esos labios, ligeramente carnosos, me invitaban a besarla. No sé qué me controló, pero me acerque un poco más a ella, el olor de su champú me llegó a la nariz y me hizo estremecer. Sus mejillas redondas estaban ligeramente sonrojadas.
Me acerque un poco más, mis deseos por besarla aumentaba, al estar más cerca alcance a ver también un poco de su sostén. Era de un color negro, forrando sus pechos pequeños. Otro sentimiento subió por mi cuerpo además de querer besarla, bajó mi pantalón algo vibró. Me pregunte qué pasaría si la hubiera besado en ese momento, pero al final no lo hice, ella tenía novio y si la besaba lo seguro es que recibiría una cachetada.
Pase varios días así, de vez en cuando Karina se dormía a mi lado y siempre la contemplaba cada vez que nuestros amigos ...