Daniela y Sofía, madre e hija
Fecha: 19/08/2017,
Categorías:
Lesbianas
Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues
... manos sobre esos glúteos y los froté suavemente, ella dio un gemido que me calentó al máximo, ella inmediatamente hizo lo mismo, lo que me hizo dar un gemido más fuerte, y comenzamos el vaivén de nuestros cuerpos. Se detuvo y me tomó con sus manos mi cara y me plantó un beso con lengua apasionado, largo y muy sensual, el primero de mi vida y el primero lésbico de ella, además del primero con una persona que no fuera mi padre. Nos miramos profundamente a los ojos y le dije: -Mami, quiero que seas mi novia y me hagas tuya para siempre. Estoy perdidamente enamorada de vos. Eso la hizo explotar de pasión, me abrazó y me besó con fuerza, me puso contra la pared y me pegaba su cuerpo al máximo. Comenzó a besar mi cuello, hombros y me levantó los brazos para sacarme la remera, ella se deleitó con mis pechos pequeños, sentía como fluía por mis piernas líquidos de mi vagina. Sentía sensaciones increíbles con cada lengüetazo y chupete. Comenzó a besar lentamente mi sexo, que estaba empapado y luego comenzó a comérselo. Metía su lengua hasta donde podía. Todo lo que me hacía me derretía y no tarde en venirme con un orgasmo más fuerte y más largo de lo que sentí alguna vez en mis sesiones de masturbación. Al terminar me dio vuelta y se arrodilló, metió su boca entre mi cola, mis nalgas cubrían su hermoso rostro, ella aspiraba el olor de mi tanguita blanca y me daba lengüetazos que me guiaron a otro orgasmo. Ella se puso en pie, me dio vuelta y bajó mi cabeza hasta su concha súper ...
... empapada, levantó una pierna sobre la orilla de la cama y procedí a probar el sabor de mi madre, sentí ese sabor delicioso sobre la tanguita tallada que era casi una segunda piel de color leopardo, ella comenzó a gemir como loca, apretaba mi nuca y se movía adelante y atrás y recibí el orgasmo justo en mi lengua. Me levantó y me tiró en la cama. Me retiró la tanguita y se sumergió en mi vagina. Me llevó a conocer el cielo con su lengua y sus dedos. Pero como si fuera poco tomo una de sus tetas con su mano, llevo su pezón color té con leche hasta mi vagina y con sus tetas me dio amor hasta hacerme explotar de placer. Luego llevo sus pechos a mi boca que los devoré con besos y pasión. Ella se dio vuelta, se quito la tanga y se sentó en mi cara. Yo le chupé la concha como nunca creí, sentí toda su intimidad, e incluso besé su apretado ano, ella no paró de gemir, hasta que se estremeció y sentí el chorro de la vagina inundando mi boca. Nos acomodamos para hacer tijeritas, yo estaba excitada a ver como se acercaba lentamente su vagina carnosa a la mía, le pregunté desde cuándo me deseaba, y me dijo que desde el día que supo que estaba embarazada de una nena siempre supo que algún día ibamos a estar juntas, pero eso se acrecentaba especialmente desde que se separó de mi padre, cuando yo tenía 8 años vio cómo se estaba enamorando perdidamente de mí, así como yo de ella, me veía tan coqueta con mi traserito paradito y pechitos prematuros y desde entonces me comenzó a desear. Eso me encendió ...