Una madre muy puta consolando a su hijo
Fecha: 03/04/2019,
Categorías:
Fantasías Eróticas
Autor: morbocuentos, Fuente: CuentoRelatos
Era viernes y llegaba del trabajo, ese día no había hecho planes, más que preparar la cena para mí y para mi hijo Alfredo, pero en cuanto entre a la casa, me llego un fuerte olor a cigarrillo, se me hizo algo extraño, porque Alfredo solo fuma cuando bebe, deje mis cosas sobre la mesa y subí a su recamara, la puerta estaba entre abierta, así que lentamente la abrí y vi a mi hijo sentado frente a su ordenador, viendo algunas fotos, pero sostenía una botella de ron en su mano, me acerque a él y me di cuenta que estaba algo ebrio y molesto, le pregunte que le sucedía y solo me contesto que era Rebeca, le pregunte que pasaba con ella y me contesto que la había visto con otro chico, así que en ese momento hice lo que toda madre amorosa debe de hacer, animarlo, tome una silla y me senté a su lado y trate de calmarlo, diciéndole que seguramente vendría otra chica mejor que ella, pero él no quería otra chica, y era obvio, a sus 18 años, no entendía razones, le dio otro sorbo a la botella y yo comencé a pensar que tenía que calmarlo como siempre lo había hecho, ofreciéndome a él, me levante del banco y me desabroche unos botones de la blusa, le pedí la botella y después le di unos tragos bastante largos y sin decirle más, me senté en sus piernas, de principio se puso algo necio, pero sujete su rostro con ambas manos y comencé a besarlo, mientras le decía que se calmara, que yo me iba a encargar de animarlo, tome una de sus manos y la puse sobre mi pecho y le dije que comenzara a ...
... acariciarme, su mano se comenzó a mover en círculos, de manera lenta, mientras que yo no dejaba de besarlo, poco a poco fue cediendo y comenzó a acariciarme más y más rápido, mientras me decía,
- siempre me animas Cristina.
- claro hijo.
Su mano comenzó a frotar mis pechos, pero ya de una forma más atrevida, y lentamente fue bajando su rostro hasta alcanzar mi cuello y yo claro, deje que lo hiciera, sentía su tibio aliento recorrer mi cuello, sus labios me daban ligeros mordiscos, que ocasionaban que la piel se me enchinara, y de un momento a otro se detuvo y me dijo.
- te puedo pedir algo?
- lo que quieras hijo,
- sabes, Rebeca me dejaba besarle los pechos, podrías…
No deje que terminara de pedírmelo, cuando ya le estaba respondiendo que sí, desabroche mi blusa y me la quite, después desabroche mi sostén, dejando libres mis pechos.
- vamos hijo, son tuyos.
Alfredo se quedó contemplándome unos instantes y después se abalanzo sobre de mí y comenzó a besarme, su boca saltaba por mis pechos, sentía como su lengua lamía mis pezones y en ocasiones los succionaba, causándome un poco de dolor, pero no le dije nada y deje que continuara, en momentos parecía desesperado, y había comenzado a bajar sus manos hasta ponerlas sobre mis muslos, apretándomelos con la misma fuerza con la que su boca succionaba mis pezones y de pronto se detuvo, se apartó un poco de mí y me dijo.
- sabes, cuando iba a ver a Rebeca…
No lo deje terminar y solo le dije.
- sé muy bien ...