... bañarlo, enjabonarlo, secarlo… DON ROLO: ¿Qué más? YO: Me fascina mamársela, la tiene tan rica… pero más me gusta que me la meta, así como ahora… me tiene hirviendo don Rolo… DON ROLO: ¿Me darías el culito? YO: No, por favor… no me pida eso… me lo destrozaría… la tiene muy grande… DON ROLO: Pero yo sé cómo hacértelo para que te guste, déjame cogerte por el culo, por favor… no te quedes callada… dime algo, Lolita… cuando te fuiste… creí que era la última vez que te vería y me quedé llorando… YO: Yo también lloré. DON ROLO: ¿Eso quiere decir que me extrañabas? YO: Sí, don Rolo, para qué se lo voy a negar. DON ROLO: ¿Sabes una cosa?. creo que no solo te extraño… sino que también te quiero. YO: No me diga mentiras, don Rolo. DON ROLO: No son mentiras, tú eres la única mujer que me interesa, la única a quien beso, la única que me mama la verga, la única con quien cojo, la única… a decir verdad no eres la única… YO: ¿Cómo así? ¿Hay otra? DON ROLO: Solo en mis fantasías… me encantaría hacer un trío con otra mujer aunque solo fuera una vez… YO: No sea degenerado, Don Rolo, a mí solo me gusta hacerlo con usted… además… DON ROLO: ¿Además, qué? YO: …pues… no se vaya a reír de mí… pues… que me darían celos. DON ROLO: ¿De verdad? ¿Te darían celos verme con otra mujer? YO: Pero no se ría de mí. DON ROLO: Si no me río de ti, es que me siento halagado que una jovencita cómo tú sientas celos de un viejo parapléjico como yo. YO: ¡¡¡DIOS MÍO!!! La señora. Doña Laura nos estaba viendo desde su ...
... ventana, ¡trágame tierra! Ninguno de los dos la oímos entrar, le pedí que me soltara pero con más ganas me cogió, como pude me zafé de sus brazos, él se hundió dentro del yacusi, así desnuda como estaba tuve que sacarlo, rápidamente lo puse en su silla y así desnudos y mojados lo llevé al baño, lo sequé y nos vestimos, ¿Cómo llegué a esta situación? ¡Dios mío! ¿Qué haré? Don Rolo estaba feliz en contraste con mi angustia, le di de almorzar lo mediqué y se durmió. Como era de esperarse me llamó doña Laura y temerosa subí a su habitación, se encontraba desnuda boca abajo y me pidió su masaje, yo quise explicarle lo del yacusi pero no me dejó, me dijo que ya lo hablaríamos después, también me dijo que había descubierto que yo miré el DVD donde estaba con otra chica, ¡Me quise morir! Había olvidado guardar el DVD y la llave estaba dentro de la cerradura de su gaveta, traté de justificarme, pero no me dejó, solo dijo: DOÑA LAURA: Desnúdate tú también. YO: ¿Cómo? DOÑA LAURA: Me oíste perfectamente, ¡Desnúdate! No sé si fue por el sentimiento de culpa que me acosaba o por cualquier otra razón, pero terminé desnuda sobre el cuerpo de doña Laura, cuando iba por el aceite: DOÑA LAURA: ¿Alguna vez has besado a otra mujer? YO: Nunca, doña Laura, ya le dije que a mí no me gustan las mujeres, entiéndalo por favor. DOÑA LAURA: ¿A una amiguita de la escuela… o a una primita… nunca… estás segura? YO: …bueno… una vez tuve unos jugueteos con una vecinita… DOÑA LAURA: Cuéntame… ¿Qué hicieron? YO: ...