El poder de un masaje
Fecha: 15/03/2019,
Categorías:
Lesbianas
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... periodo, hasta que un letargo me invadió, quedando mi cuerpo desnudo, desfallecido sobre la camilla, delicadamente me cubrió con una sabana, mientras recuperaba mi vitalidad. Permanecí varios minutos descansando cuando me percaté que ya estaba por concluir el tiempo de la sesión.
No sabía bien que hacer, pero al acercarse Lena con sus pechos casi aire, para acercarme un vaso con agua, a la vez que me preguntaba:
“Desea quedarse, o prefiere ducharse?”
“No se aun” contesté mientras me sentaba sobre la camilla para beber del vaso.
Acercando su rostro al mío, para decirme que tenía aun tiempo para resolver, involuntariamente me tenté y la bese, que si bien no fui rechazada, me dio cierto pudor mi atrevimiento.
“Perdón, no fue mi intensión, no sé que me paso.”
“Está bien, fue muy agradable, aun estas a tiempo”
El hecho que al comenzar a tutearme, no hizo tan solemne esa relación, entre usuario y prestador de servicio, lo que me llevo a decidir quedarme, notando una sonrisa en el rostro de Lena.
“No hay inconvenientes?”, pensando que nos desviábamos del servicio que se ofrecía.
“Para nada, con tal que abones, a nadie le interesa lo que hagamos o no”, me decía mientras comenzaba a quitarse la chaqueta, deslumbrándome con sus hermosas tetas.
Se acerco, para iniciar un sin número de besos, hasta que su lengua se profundizaba en mi boca, contactándose con la mía. Sabía que no sería igual, sino que se tornaría distinto, me atraía, había algo que me ...
... cautivaba, su juventud, su forma de tratarme, sus pechos, no sé, pero me encantaba, era la primera vez que sentía algo por una mujer.
Me hizo acostar en la camilla volviendo a colocar mis pies en los apoyos, para besar ávidamente mi piel, acompañada de su lengua, succionando mis pezones, mordiscándolos sin piedad, pasando de una a otra teta, para posteriormente ir bajado por mi abdomen, pelvis, hasta llegar a mi sexo, bordeando con su lengua mis carnosos labios, manteniendo esa tesitura durante varios minutos, sin llegar a rozar mi interior o mi clítoris, actitud que me excitaba esperando actuara en esa zona..
Era tal mi estado, que no paraba de besarla, deseaba probar su cuerpo, termine bajándome de la camilla, para deslizar su jogging blanco, para encontrarme con su atractivo sexo, me arrodille, para lamérselo y como venerando su cuerpo lamí su zona intima, que si bien y a pesar de haber separado sus piernas, era algo incomodo hacerlo. Era la primera vez que accedía a ese sector en una mujer, pero nunca creí, como me conmocionaba esa nueva experiencia.
Después de un rato de lamerla, me hizo acostar en la camilla, colocándome una almohadilla en la cintura y colocando mis pies en los apoyos, abriendo bien mis piernas, elevando mi pelvis. A continuación se volcó sobre mí de manera invertida, creando un 69, para comenzar a lamer mi sexo, sintiendo la necesidad de hacer lo mismo con el de Lena, abocándome de manera apasionada, hasta humedecer mi boca con los flujos que ...