HELENA Y ANA HISTORIA DE UN AMOR
Fecha: 05/03/2019,
Categorías:
Lesbianas
Autor: nosoycompasivo, Fuente: SexoSinTabues
... están tan erectos que hasta me duelen, estoy gozando con locura, por favor sigue acariciándome y descubriendo mi cuerpo. Nos separamos, dimos un buen trago al brandy y le aflojé el cinturón que llevaba ciñendo su cintura en cuanto terminé, su vestido acabó por caerse por completo al suelo, cuando mi vista bajó hacia su pubis mi corazón casi se me sale del cuerpo, era divina, tenía unas piernas adorables, y una vulva que se le notaba carnosa, no me pude resistir más y bajémis manos hacia ese manjar que tanto deseaba, le susurré al oído lo que le pensaba hacer y ella empezó a relamerse los labios con la lengua, cuando mis manos llegaron a su sexo, mis dedos empezaron a acariciar sus labios exteriores, recorriéndolos de arriba abajo e invirtiendo el sentido del movimiento, así durante un buen rato, ella se retorcía, me pedía que continuara, yo seguía con mi plan, cuando entendí que ya estaba preparada busqué su clítoris y empecé a acariciarlo, al principio con lentitud para ir poco a poco aumentando el ritmo, Ana ya no gemía, directamente gritaba de placer, me pedía más, que la follara ya, yo seguí con mi masaje a su clítoris cuando ella alcanzó un nuevo orgasmo llenando mis dedos de líquido. Helena, por favor, no pares, me estás volviendo loca, en mi vida he disfrutado tanto del sexo como ahora contigo, ámame con pasión,sácame más orgasmos a mi cuerpo, en estos momentos la lujuria me posee, te amo. Al oír aquellas palabras salir de la boca de Ana, tuve un espectacular orgasmo ...
... que me mojó toda, la abracé y la besé con una intensidad que nunca sentí, de nuevo nuestras lenguas se fusionaron como si fuera un solo apéndice, nuestras salivas se mezclaron como si fuera un solo manantial, juntamos de tal manera nuestros cuerpos que solo eran uno, nos acariciamos, mientras seguían unidas nuestras bocas, mis manos empezaron a recorrer sus nalgas, fuertes, duras, carnosas, y mis dedos recorrieron su raja deteniéndose en su ano, realizando un movimiento circular alrededor de él, al principio cerró sus glúteos, pero conforme le iba invadiendo el placer, se soltó y se abrió de piernas para facilitarme el masaje, estuve con el masaje un par de minutos mientras nos besábamos y separé mi boca de la suya, la cogí de la mano y empezamos a subir las escaleras, al llegar a la habitación nos volvimos a besar, suavemente la deposité sobre la cama y volví a separar mis labios de los suyos, empezando a besar su rostro, los lóbulos de las orejas, su cuello, así bajando poco a poco, me detuve en su ombligo e introduje la lengua, lamiéndola con suavidad, empecé a imprimir un movimiento de mete y saca sobre el ombligo que Ana encorvara su espalda y diera gritos de placer, continué bajando y besando y cuando estaba cerca de su pubis, me incorporé y bajé hasta sus pies empecé a chuparle los dedos uno por uno, como se le hiciera una mamada a cada uno de ellos y después lamí su empeine, empecé a subir y cuando de nuevo estaba llegando a su sexo, me incorporé de nuevo y la besé. ...