HELENA Y ANA HISTORIA DE UN AMOR
Fecha: 05/03/2019,
Categorías:
Lesbianas
Autor: nosoycompasivo, Fuente: SexoSinTabues
... esta cogió la copa, la agitó un poco, llevó la copa a su nariz, la olfateó y a continuación le dio un breve sorbo, reteniendo durante un par de segundos el líquido en su boca, lo tragó y dio su aprobación, entonces me llenó la copa hasta la mitad y acabó de rellenar la de ella, la dejó sobre una cubitera y se retiró, las dos nos echamos a reír de nuevo, comentando la cara que se le puso cuando no sabía a quién servir primero, empezamos a cenar el pescado y a beber con deleite, mientras tomábamos el pescado hablamos de cosas vanales, y antes de terminar pedimos otra botella de vino, la cual nos la terminamos también, una vez terminamos de cenar y nos retiraran el servicio, el jefe de sala nos preguntó si queríamos café o alguna infusión, las dos pedimos café y entre risas una copa de brandy y un puro. Mientras nos servían los cafés y las copas, nos mostraban una caja de puros para que eligiéramos, nos reímos como jovencitas que estaban realizando una travesura, los camareros se fueron, encendimos los puros y a la primera calada, casi nos ahogamos del ataque de tos que nos dio, nos reímos de nuevo y apagamos los puros, cogimos las copas de brandy e hicimos un brindis y le dimos un buen trago, noté el sabor fuerte del licor y el calor que bajaba por mi garganta, fue entonces cuando Ana me propuso brindar como si fuéramos unos recién casados, cruzamos nuestros brazos y acercamos cada una su copa a la boca, la sentía tan cerca que no me pude reprimir y después de dar un sorbo, ...
... mis labios buscaron los suyos, y la besé suavemente, ella no hizo ademán de apartarse, sino que al contrario abrió su boca y con su lengua humedeció mis labios, yo también abrí la boca y nuestras lenguas se encontraron, nos besamos con pasión, con dulzura, nos separamos y nos quedamos mirándonos la una a la otra y volvimos a estallar en una gran carcajada, sobresaltado entró el jefe de sala a preguntar si nos encontrábamos bien y las dos al unísono le dijimos que en la vida habíamos estado tan bien, él se retiró y Ana me dijo. Helena, no sabes cuánto deseaba besarte, desde el día que sometiste a Lucía y te vi desnuda empecé a sentir algo que no era capaz de entender y fue cuando me fui a vivir contigo y verte vestida así por la casa, cuando me di cuenta que estaba enamorada de ti, yo no me lo podía creer, pues me consideraba hetera, pero cada vez me fui convenciendo de que mis sentimientos por ti eran de amor, de pasión, y cuando comentaste lo de salir casi me corro, mi cabeza empezó a girar en torno a undía, conquistarte hoy y acostarme contigo. Ana, eso mismo deseaba yo para esta noche. Nos quedamos mirándonos a los ojos y volvimos a juntar nuestras bocas, esta vez más apasionadamente. Pedimos la cuenta y mientras nos latraían, nos terminamos la copa de brandy, una vez pagada la cena, salimos del restaurante cogidas de la mano y con una cara de felicidad como si fuéramos una pareja de novios que se acaban de aceptar uno al otro, entramos en el coche y antes de ponerlo en ...