Diario de un prisionero II: la obsesión
Fecha: 13/02/2019,
Categorías:
Erotismo y Amor
Autor: Anderson, Fuente: CuentoRelatos
... notar en su voz la alegría de sospechar que hay alguien vida, por supuesto, no se equivocaba. Conduje hasta tu casa, me indicaste una dirección que grabé en mi memoria a fuego, no sería la última vez que iba a tu casa, o eso quiero creer. Me guiaste hasta un buen barrio de la capital, aunque tu casa no era una mansión, sino más bien una casa normal, de clase media, como la mayoría en el país.
Lo que más me gustó de tu casa fue el buen gusto para la decoración, era impresionante cómo combinaba todo y cada cosa estaba en su sitio justo, el sueño de todo diseñador de interiores. Pero no me dejaste entretenerme mucho observando tu casa, me dijiste que el sitio más importante estaba al final del pasillo. Me dejé guiar, tu habitación era preciosa, con las paredes de un blanco impoluto, sólo hay un cuadro, que no detallé en el acto, pero que en una segunda barrida detecté en el acto, está justo encima de tu escritorio, de modo que cada vez que levantas la mirada lo miras, pero no era un cuadro cualquiera, era una foto. En cuanto la vi, me quedé con la boca abierta, era una foto… mía. No podía creerlo, porque no era una foto reciente, tenía por lo menos dos años. Te pregunté y me dijiste que me habías visto una vez con Sergio y te las ingeniaste para tomarme esa foto sin que nadie se diera cuenta. No me veía especialmente guapo, pero me contaste que cuando estabas triste y necesitabas un amigo, cuando querías contarle algo a alguien o simplemente tener alguien a tu lado, ...
... tomabas la foto y la acariciabas, incluso la besabas. Lograste derretirme y no lo pude evitar, tuve que besarte, otro beso de amor, simplemente amarte y demostrártelo.
Nos empezamos a desnudar entre beso y beso, descubriendo nuestros cuerpos conforme cada prenda caía al suelo de la habitación, tu cuerpo desnudo superaba a mi torpe imaginación en mi sueño, un cuerpo lampiño y fibrado, se te nota el deporte y te sienta de lujo, tienes un cuerpo precioso, perfectamente definido, sobre todo la tableta, los seis abdominales se te definen perfectamente y, como comprobé después, son más duros que el acero. Tu bella cara, tu cabello rizado, tus brazos definidos, tus piernas fuertes, tu sonrisa llena de amor, todo tú, eres increíblemente bello. De sólo verte ya mi polla había despertado, deseando conocerte, tú estabas igual que yo, me dijiste que tenías mucho tiempo esperando este momento y que querías que fuera especial, entonces me besaste de nuevo, pero me abrazaste y me acariciabas muy tiernamente, provocándome el mayor placer del mundo y haciendo que nuestro beso fuera sublime, nos uníamos en uno, y ni siquiera habíamos empezado… no sé cómo, porque nunca lo había hecho, pero sin dejar de besarnos nos acostamos en la cama, tú sobre mí, los dos desnudos y sintiendo el máximo contacto de lo más mínimo de nuestra piel, podía sentir nuestros penes oprimirse entre nuestros cuerpos, lo que me excitó todavía más, estaba a punto de ser tuyo y me moría por dejarte hacer. Cuando te hubiste ...