La primera vez sexo anal con mi joven jefe - Relatos Eróticos

La primera vez sexo anal con mi joven jefe

Después de terminar la escuela, comencé a capacitarme como asesor legal, lo que requería trabajo práctico en un bufete de abogados, así como capacitación legal. El bufete de abogados para el que trabajaba era una empresa mediana con un puñado de abogados, todos los cuales tenían prácticamente su propio bufete. La abogada a la que me asignaron era una joven que había terminado sus estudios hacía sólo unos años. Se especializó en derecho de familia y también fue abogada defensora.Se llamaba Anja, y era increíblemente guapa. Era alta y delgada, se veía deportiva y bien entrenada, tenía el pelo rubio por supuesto, que había cortado recto y simplemente a la longitud de la barbilla, que enmarcaba maravillosamente su cara bonita y delicada, que apenas necesitaba maquillaje para brillar. La mayoría de las veces, cuando no sólo tenía citas en la corte, usaba ropa cómoda y casual que complementaba su aspecto relajado y sencillo.Principalmente hice trabajo de oficina para ella, mantuve sus archivos en forma y escribí algunas cartas para los casos en los que estaba trabajando. No fue un trabajo muy duro y los días de oficina fueron cortos, así que disfruté mucho mi tiempo allí. La única vez que no estuve con ella fue a la hora del almuerzo, ya que normalmente se quedaba en su oficina mientras yo salía a la ciudad a comer algo. También tenía una dieta muy saludable y siempre traía ensaladas, verduras y un yogur ocasionalmente al trabajo, así que asumí que tenía que ser vegetariana.Un día, ...

... sin embargo, me dijeron lo contrario cuando volví del almuerzo anterior porque acababa de empezar a llover. Las oficinas estaban vacías y yo acababa de colgar mi abrigo y guardar mi bolso cuando oí un suave y estridente grito. Vino de su oficina, cuya puerta estaba ligeramente abierta. Temiendo que algo malo hubiera pasado, me colé silenciosamente a la puerta y me asomé.Se sentó recostada en su silla, que se colocó lo más atrás posible, con ambas piernas ligeramente extendidas sobre la superficie del escritorio. Los pantalones blancos que había estado usando antes habían desaparecido y sus piernas estaban desnudas, mientras que la camiseta azul claro que llevaba puesta estaba ligeramente levantada. Sus dos manos estaban escondidas entre sus piernas y de la mesa, mientras que su cabeza estaba sobre su cuello y tenía los ojos cerrados.Entré con cuidado y cerré la puerta detrás de mí. Sólo se fijó en mí cuando la cerradura se rompió y me miró sin palabras con los ojos bien abiertos. Me puse un dedo en los labios e indiqué que si lo hacía me sujetaría el pico, y luego caminé en silencio hacia ella. Aparte de una vez con mi maestra y algunas amigas en la escuela, todavía no había tenido mucha experiencia con las mujeres, pero estaba en un momento de mi vida en el que tenía la suficiente confianza y curiosidad como para finalmente explorar el amor y el sexo por mi cuenta, y eso me dio el coraje para acercarme a ella y acariciar cuidadosamente su pierna desnuda, correr mi mano a lo ...