Un momento de infidelidad
Fecha: 20/06/2017,
Categorías:
Infidelidad
Autor: mamacitahot, Fuente: CuentoRelatos
... estaban un poco húmedos en la zona que tocaba mi vagina; los recogí y los guarde en el mismo empaque de los otros. Saque los negros, los abrí y vi que tenían un encaje y eran prácticamente transparentes. Me parecieron muy sensuales así que me los vestí. Cuando subieron y tocaron mi vulva, por un instante los sentí fríos. Los acomode en mis caderas y aprovechando que estaba sola, me subí la minifalda y contemple la parte de abajo de mis caderas. Vi como apretaban mis intimidades, y como algunos pelillos de mi sexo salían por los adornos del encaje. Los ajusté adelante y atrás, acomode la falda y salí.
Pensé: ¿Cómo pudo hacer para descubrir mi talla?
Debe ser un experto en estos aspectos de la mujer, me respondí.
Acomodé mi falda nuevamente y me mire en el espejo. Me sentía asustada haciendo algo prohibido, pero complacida de ser un objeto de deseo de otro hombre. Espere un momento para no mostrar mi rubor en la cara y me dirigí hasta la mesa. Me senté y le dije: Ahora si, a comportarte, quiero que de ahora en adelante no intentes avanzar más hacia mí, no te permitiré ni miradas, ni cumplidos, ni intentos por mirarme, o cumpliré mi amenaza.
Mi comentario pareció que no lo recibió. No dijo nada, pero tampoco intentó refutarlo.
Tomo el empaque y lo dejo en la silla del lado. Me preguntó cortésmente que si quería almorzar allí mismo, y viendo que era un buen sitio, acepte.
Pedimos y comenzamos un almuerzo tranquilo y a hablar de las cosas de su trabajo y el mío. ...
... Todo iba bien hasta cuando al terminar y alistarnos para salir, él se limpió la boca; pues de pronto, me pareció que lo hacía no con la servilleta que también era blanca, sino con mis pantys. Trate de buscar el empaque y no lo encontré.
Vi como lo paso por su nariz, por su boca y sus labios. Lo hizo por un par de segundos y de una forma tan segura que no supe que hacer, así que decidí hacerme la inocente.
Cuando salimos, le pregunte por el empaque y me dijo que él lo llevaría. Se comportaba como si no pasara nada, eso me tenía desubicada.
En la tarde hizo otras vueltas, hasta que como a las 4:00 PM me indico que ya estaba bien por hoy. Yo estaba cansada y le dije que iríamos a casa.
Acepto y nos dirigimos al apartamento. Mi esposo estaba trabajando y cuando nos vio llegar, nos invitó a la sala a conversar. Mientras íbamos, Javier entro al baño. Mi esposo me cogió de la cintura, se hizo enfrente mío, me beso apasionadamente y me rogó que me quedara así porque estaba muy linda y quería admirarme. Probablemente tenía todas mis hormonas hirviendo, y él ingenuamente pensaba que era sólo cuestión de mi belleza. Ustedes deben entender; soy una mujer y tanto halago tiene sus efectos.
Pues bien, nos sentamos en el sofá los dos, yo cerca de mi marido y él en el sillón del frente. Me recosté en el hombro de mi hombre y subí las piernas en el sillón, dejándolas cerradas, para no mostrarle mi sexo a Javier que de seguro buscaría la forma de mirarme.
Estuvimos hablando y ...