1. Historias de oficina (Temporada 2 – Capítulo 4)


    Fecha: 13/01/2019, Categorías: Infidelidad Autor: Danuss, Fuente: CuentoRelatos

    ... trabajo tirando el trozo de papel higiénico en el inodoro, necesitaba darme un baño aclarar las ideas y de paso limpiarme bien, llene la enorme bañera tomando la ridícula pastilla de jabón – bien compañero, solo estamos tu y yo – comente solo escuchado por la soledad de ese dúplex.
    
    Luego de mucha paciencia, había logrado despegar la cinta adhesiva que sostenía el papel periódico que cubrían las ventanas. Observe la hermosa imagen de la ciudad, luego de tanto tiempo había vuelto a casa, la cafetera comenzó a sonar, estaba ya listo. Me senté junto al enorme balcón con mi taza, la temperatura era ideal podría estar sin siquiera vestirme sintiéndome cómodo igual. La calefacción estaba perfecta, a mi lado uno de los tantos ductos de aire se encargaba de eso. Mariza había tomado nuestro dinero y había repartido todo por medio de la fundación.
    
    Un ruido se escuchó ¿quién era? No podría ser Michael. Tal vez gente de la mafia italiana me había encontrado y sobornaron al guardia. Me acomode bien la toalla en la cintura y busque un cuchillo en la cocina, hice que en unas pequeñas vueltas cortara el aire, perfecto.
    
    Apagué todas las luces del dúplex y me escondí tras un juego de living, la puerta se abrió ¿sólo una persona entro? Buscaba los interruptores ¿habían mandado a solo una persona para intentar matarme? Que decepcionante, de repente note algo. Un perfume suave pero poderoso había invadido la habitación ¿Se trataba de una sicaria? Sonreí mientras me acercaba despacio a ...
    ... ella, todo iba bien hasta que prendió la luz dándose la vuelta. La toalla se cayo y lo siguiente fue el grito de Eva que retumbo en todo el dúplex.
    
    Mariza
    
    Desperté relajada y muy feliz. Me estire tranquilamente en la cama hasta darme cuenta de que mi examigo ya no se encontraba conmigo. Sobre la pequeña mesa de luz había una nota – me tuve que ir. Michael – siempre tan elocuente – ¿Dónde está mi celular? – le pregunté a mi cerebro, tras buscarlo unos momentos lo encontré envuelto entre las sabanas, volví a estirarme mientras lo desbloqueaba, era casi medio día. Era tarde… más que tarde ¡Tardísimo! Busque por toda la habitación mi ropa mientras me maldecía una y mil veces por ser como soy.
    
    Lo primero que hice fue buscar a Ana, quería ver como se encontraba solo que al llegar a la habitación me di cuenta de que no estaba. Una de las empleadas estaba terminando de barrer mientras otra terminaba de hacer la cama.
    
    - Buenos días – pronuncie un tanto avergonzada por la hora.
    
    - Oh Srta. Márquez. Buenos días ¿busca a la pequeña Ana?
    
    - Si ¿está jugando por la casa?
    
    - No, está en el colegio. El Sr. Michael la llevo más temprano de lo usual.
    
    - Ohh Si… claro. Lo había olvidado, gracias – respondí intrigada.
    
    - Por nada Señora – escuche que respondía antes de irme.
    
    ¿Michael llevo a Ana a la escuela más temprano de lo usual? Jamás entendería como ese tipo vivía durmiendo tan pocas horas.
    
    Tratando de calmarme me dirigí a mi baño personal llenando la enorme bañera ...
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