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Perla y Dany parte 1
Fecha: 04/01/2019, Categorías: Infidelidad Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues
... saliendo era tanta que me ardía más la herida que me hizo su estrechez pero no podía parar. Podía irse mi vida cogiendo así con esa pequeña y no me importaba. Estaba disfrutando tanto o más que cuando perdí mi virginidad siendo un niño. Esa visión de ver como mi gruesa verga entraba y salía de esa pequeña nena me iba a hacer terminar antes de tiempo y no me importó. Ese pequeño cuerpo siendo poseído por mi era como un sueño. Sus músculos interiores no paraban de apretar y estrangular todo lo largo de mi duro pene, no podía más, empecé a sentir erizado mi cuello, mi cabello, mi cabeza. Y esa electricidad que avisa el momento de la gloria. Lo sentía cerca, me vendría en pocos segundos y lo sentía a pesar de no querer. Aumenté la velocidad y sin importar grité como toro en celo lanzando chorros y chorros de leche dentro de ella. Sentía claramente sus contracciones apoderarse de mi palo mientras yo lanzaba cada chorro. Ella lo sentía y justo se venía otra vez temblando mientras mi verga lanzaba los últimos chorros de leche en su ya no más virginal interior. Gemí, gemí y ella también lo hacia mientras temblaba de placer. Nuestras respiraciones se iban relajando y yo aún seguía dentro de ella empujando lento y sintiendo como sus líquidos y los míos salían de su conchita escurriendole entre sus piernas y pos mis huevos. Aún recargada en ese árbol se recargó de espalda hacia mi pecho sin sacarse mi verga. Yo la abracé acariciando sus pequeños y casi invisibles pechos que días ...
... después disfrutaría disfrutaría también. Vi el reloj. Eran las 8. Sólo pasó una hora. Me pareció más tiempo el que habíamos pasado. Pero para ella si era tarde. Con mi verga aún parada se la saqué. Me quité la playera llena de orín de ella y primero la limpié a ella, mi leche aún salía de su vagina mezclada con sangre. Me agaché a lamerle y ayudar a limpiar con mi lengua. Enseguida me limpie yo y pude notar mi herida. Me trocé casi un cm el cuerito abajo del glande. Y mientras me acomodaba la ropa le pregunté que si ya menstruaba. Ya que su olor a mujer y sus jugos eran propios de una mujer desarrollada a pesar de verse tan pequeña. Me dijo que tenía 11 y que en un mes cumpliría 12. Su nombre al fin lo supe. Perla y si, era una mujer ya. Pues llevaba dos meses de menstruación y gracias a mi ya no era virgen y mi esperma estaba muy dentro de ella. Así que eso me preocupó. Le dije que teníamos que ir a la farmacia. Me puse la camisa al revez y llena de nuestros olores. Caminamos en sentido contrario al de sus amigos. La dejé esperando en una gasolinera y compre en una farmacia cercana una pastilla para evitar embarazo. Se la entregue y le expliqué a que hora debía tomarla al día siguiente y le pedí que no dijera a nadie. Ella lo prometio y lo hizo con un largo beso en mi boca a una cuadra algo sola y oscura de donde me dijo que vivía su primo Dany. Él sería su cuartada para evitar un regaño. Le prometí ir a buscarla al mismo lugar en esos días. Cosa que no pensaba hacer realmente. ...