... tienes... ummmm... sigue... sigue.... ummm como te mueves.... sigue amor....
Yo, incredula todavía de las palabras que nos decíamos, de la calentura que se había apoderado de nosotros y del gusto que estabamos sintiendo ambos al rozarnos tan intimamente, me abandoné al placer. Y cuando me di cuenta, tenía el rabo de mi padre clavado dentro... Me sentí una hembra como nunca me había sentido, preñada y follada por mi padre... Estaba en el paraiso...
A partir de ese día, mi padre siguió mi embarazo de mucho mas cerca. Por supuesto me preparó los pezones de maravilla y pude amamantar a mi hijo y a mi padre. Vivimos unos meses de plenitud. El embarazo nos hizo desearnos perdidamente y el resto lo vivimos intensamente. Mi padre no se cansaba de cogerme, ni yo de que me cogiera. Estuvimos los dos hasta el parto permanentemente salidos. Pero esta calentura no se aplacó despues del parto. Dos días despues, me subió la leché, tenía los pechos muy congestionados y había que sacarla manualmente. Mi padre me dijo que los pechos debían colgar hacia abajo para poder extraer mejor la leche de ellos, nos lo dijo la enfermera cuando todavía estabamos en el hospital. Así que me puse acuatro patas encima de la cama, mis enormes pechos quedaron colgando, me dolian mucho de la presion de la leche. Mi padre me dijo:
-Así, mi vida, muy bien, voy a ordeñarte con cuidado.
Mi padre me saboreo las dulces tetas, me las palpó bien mientras decía:
-Ummmm... Sarita, que tetas... ahora si que ...
... se te pusieron ricas, eh?...
-Sí, pero me duelen mucho... Aliviamelas, papá!!
Mi padre empezó a sacar leche de mis tetas y yo me sentí cada vez mas aliviada y excitada, sobre todo cuando observé que mientras me ordeñaba y me mataba de gusto con sus manoseos, con la otra mano papá se había sacado la pija y se estaba haciendo una paja monumental, hasta que se corrió y juntamos su leche con la mía. Así convinimos que cada vez que yo le diera de mamar a él, el me daría de mamar a mí y que hasta que pudieramos volver a follar, nos ibamos a ordeñar y a mamar mutuamente. Y así lo hicimos.
Después de esta maravillosa experiencia de amor y lujuria que nos proporcionó mi embarazo,..¿ cuanto creeis que tardó mi padre en decirme que deseaba verme preñada otra vez, que anhelaba poder gozar de mi cuerpo de hembra? El día que me lo dijo, estábamos en la cama, acabábamos de echar un polvazo de los que mi padre me echaba diariamente. Pero el deseo que mi padre me acababa de confesar de verme otra vez embarazada, me excitó como nunca lo había estado hasta entonces. Mi padre no tardó en empalmar nuevamente. Levanté ese día mas mis piernas, abrí bien mi panocha y le dije: papá, préñame! Mientras empujé cogiéndome a sus nalgas para que su polla me entrara hasta el fondo.... .Así lo hicimos muchas veces, mi padre descargando su leche muy dentro de mi vagina y yo cerrandola despues de que me la hubiera echado, contrayendo los músculos, para que el semen de mi padre se quedara mucho tiempo ...