Tarde de placeres
Fecha: 15/12/2018,
Categorías:
Incesto
Autor: Luisdub, Fuente: SexoSinTabues
Tarde de placeres Aun guardo los detalles de aquella tarde, le siento tan fresco, que parece que aún está a mi lado; puedo sentir en mi cuerpo el calor del suyo; ese cuerpo marcado por los años, un poco cansado por el peso de la vida, pero al mismo tiempo vigoroso e intenso, me sobrepasa casi por treinta años; sus brazos fuertes, gruesos, largos y llenos de vellos entra blanco y gris plata le hacen parecer más interesante y atractivo, su cuello grueso, sus cabellos blancos, la frente adornada por unas espesas cejas blancas como la espuma del mar, sus ojos negros que con solo mirarme me hacen experimentar miles de sensaciones al mismo tiempo. No sé cómo explicar su mirada: sensual, penetrante, intensa, dulce pero al mismo tiempo atractiva y cautivadora, creo que es lo que más me excita cuando estoy con él, por eso siempre le pido que me penetre mirándome a los ojos, eso me lleva a otros límites. Él me toma, me dirige, me ordena, me guía, es mi maestro, he aprendido todo lo que se gracias a él y es que a los catorce años este es un mundo que aún no debía conocer, pero que estoy disfrutando a cada minuto, cada caricia, cada mirada, cada palabra a veces tierna a veces sucia, me ha poseído al grado de tener mi voluntad absoluta a su antojo. Esta aventura que ahora vivo, me eleva hasta el cielo y me hace caer a lo más profundo del infierno, pero no me arrepiento, me gusta, me motiva, me emociona en él encuentro lo que en chicos de mi edad nunca podría. Su experiencia me tiene ...
... totalmente perdida, soy como arcilla en sus manos y dejo que me moldee a su gusto. Hoy pasó por mí a la escuela, le he dicho a mis padres que tengo que estudiar con un grupo de amigas, nadie sospecha nada, él me ha enseñado el valor de la discreción en todos los sentidos y situaciones posibles. Me espera a unas cuadras del colegio, solo al abordar su auto siento una descarga eléctrica desde los pies hasta la cabeza. Antes de encontrarnos me ha pedido que me quitara la ropa interior, no pude deshacerme del sujetador, hubiera sido demasiado arriesgado, mi blusa blanca del uniforme escolar es de una tela algo transparente y mis pechos a pesar de no ser tan grandes llaman la atención de mis profesores y compañeros, haberlo hecho no sería una buena elección si de discreción se trataba, pero si pude deshacerme de mi bóxer, mi falda no sería problema y mientras no me descuidara al sentarme o en algún movimiento nadie notaría nada. Subí a su auto y la primera indicación que recibí fue que me acomodara la falda a modo de que mis nalgas estuvieran en contacto directo con el asiento de piel y la tela de mi uniforme no se interpusiera entre mi piel y la piel de sus asientos; hacer esto me provocó una sensación mezcla de excitación, pudor y escalofríos, ya que el clima de su auto estaba algo fuerte y el frio del asiento me dejó erizada, avanzamos para tomar un rumbo que nos alejara del tráfico de la zona, ya estando fuera de la ciudad me ordenó quitarme el sujetador, no podía desobedecer, como ...