1. Los tios del equipo de Rugby (I)


    Fecha: 15/12/2018, Categorías: Gays Autor: trujillano_hot, Fuente: SexoSinTabues

    ... la bienvenida a mi polla. Ven aquí, sientante. Se puso delante de mí, se bajó los pantalones y apareció una polla gordísima, no demasiado larga, sobre unos 17 cm, con un capullo enorme que casi no me cabía en la boca. Sus huevazos eran descomunales y desprendían olor a macho. Estaba sin circuncidar y aquello desprendía un dulce y sensual olor a polla. Estos tíos estaban salidisimos. Primero se alternaron dándome rabo sucesivamente, sin dejarme descansar ni un minuto. Yo estaba exhausto, pero me encantaba. Unas veces me follaban la boca a saco y otras me ponían sus huevos mientras se pajeaban. Los dos olían a sudor, pero el primero era tremendo. Como si no se hubiera duchado en dos días. O viniera de trabajar de la obra. En seguida empezaron a sudar copiosamente y toda la habitación quedó impregnada de olor a vestuario. Me tumbaban boca abajo, boca arriba, de rodillas, sentados, echados en la cama. Me lanzaban salivazos cada poco. Aitor me escupió en la cara varias veces, Marcos, el macarra, se untaba el capullo con sus salivazos o con los de su compañero y me los metía en la boca. Y yo me pajeaba suavemente mientras disfrutaba del espectáculo. Esos tíos estaban hechos para dar polla. - Tio, voy a correrme, estoy que reviento. - Yo también- contestó el amigo. Vi que se miraban con ojos de complicidad y bajaban la mirada para increparme. -¿Ahora vas a estarte quietecito, vale tron? Me dijo Marcos, el macarra de la cadena en el cuello. -Atiende que esto es importante-, mientras ...
    ... se pajeaba, -quiero que seas muy sumiso y hagas todo lo que te decimos-. Me pusieron de rodillas entre los dos. Aitor me metió dos dedos en la boca, otra vez, e hizo que la abriera lo que daba de sí. -Saca la lengua nene que verás que rico y cuanto te va a gustar el lefote- Se turnaron escupiendome mientras se masturbaban delante de mi cara. Sus pollas hacían ruido de lo húmedas que estaban. Y no paraban de pajearse y de alternarme de unos huevos a otros. -Pfff tio, no aguanto más, digo Marcos. Me acercó el capullo a la lengua y empezó a lanzar chorros largos de leche muy caliente y muy blanca. Conté tres cuando de pronto, el colega que parecía un torete, puso su capullo enorme e hinchadísimo muy cerca de su amigo y empezó a soltar chorros de leche blanca y muy cargada. Se corrían como verdaderos animales. La boca se me llenó de lefa y algunos chorros me salpicaban la cara. Soltaban leche con mucha fuerza, a presión. Gemían, sudaban y soltaban bufidos de placer. Empecé a tragar la leche que pude y gran parte se me cayó por las comisuras de los labios. Entonces, cuando Marcos vió que no tragaba, me metió la polla en la boca y acabó de descargar sus huevos en mi garganta. No pude evitarlo y me atraganté. Siguió follandome la boca mientras su colega acababa de lefarme la cara. -¿Joder tio, has visto? Pedazo de corridote- soltó el macarra. -He estado cuatro días sin correrme y hoy llevo todo el día pajeándome. Te dije que llegaría a los nueve lefotes. -Joder macho, eres mi ídolo. ...
«12...456...»