Familia sin tabúes (2) Pablo enverga a Hernesto
Fecha: 14/12/2018,
Categorías:
Gays
Autor: ZLAZKO-KAI, Fuente: CuentoRelatos
La casa estaba para nosotros dos solos, mi mujer se había ido a pasar el fin de semana a casa de mis suegros, y seguramente a follarse como siempre a mi cuñado Francisco, el marido de su hermana, que seguía de retiro espiritual la muy beata. Mi hija Tamara estaba fuera de copas con las amigas, y después se quedaría como todos los sábados, a dormir en casa de su amiga Ana. Eso era lo que ella nos decía, pero yo sé que en realidad se queda a dormir en casa de su novio Raúl, y lo más seguro es que dormir es lo que menos hacen, lo que van es a follar como conejos. Y ahora que hablamos de Raúl, ese es otro niñato que me encantaría comerle el cipote, y follarle bien el culo, en fin, todo se andará ¿Quién sabe?
Y Luis se había ido de acampada con Felipe, su nuevo ligue, y hasta el domingo no volvían, y por cierto, tengo que deciros que a Felipe sí que me lo follaba de todas las posturas imaginables, y le metía el cipote por todos sus boquetes hasta reventárselos. Cuando se quedaba a dormir con Luis, y salía de la habitación cruzando el pasillo para ir al baño a mear, pasando por delante mía, ¡Ufff! ¡Cómo me calentaba la polla! Cuando paseaba ese culito en slip, con media tela comida por el boquete del ano, mostrando uno de los cachetes desnudos, y marcando bien el paquete por la empalmada de polla mañanera. Ya os dije que en mi familia, hay mucha confianza al hablar de sexo, y cuando le comentaba a mi hijo esto que os he dicho, se partía de risa el muy mamoncete. De hecho, ...
... otra cosa que me había propuesto era joderle ese culito como fuera, y creo que Luis le había contado algo, porque desde hace un par de semanas, el niñato no para de provocarme con sus bromas, y ya lo he pillado varias veces mirándome descaradamente el paquete.
Dicho esto, Pablo y yo estábamos en calzoncillos encima de mi cama, súper relajados y tomándonos un cubata. Primero me estuvo contando, que el viejo que le había mamado el cipote era un amigo que él tenía, que le gustaba solo eso, chuparle la polla hasta que se corría en su boca. Por lo visto al viejo le encantaba beberse el semen de él, y a cambio le regalaba cosas o le daba dinero. Después me contó, que lo que había pasado en el almacén esa noche entre los dos, esa follada alucinante y bestial, hacía mucho tiempo que lo estaba deseando, y que por respeto hacía a mí, nunca se había atrevido a decirme nada, pero que estaba súper feliz porque al fin había sucedido. Yo retomé el tema que me interesaba, y le volví a preguntar si se había follado a mi hijo Luis alguna vez.
Me dijo que le sorprendía mucho, que yo no les hubiera escuchado nunca mientras follaban en el dormitorio de Luis, ya que mi hijo, según él decía, - Tu hijito, chilla como una maricona loca cada vez que le meto la polla por el culo, y grita más aún, cuando se corre con ella dentro del ano - En ese momento me imaginé a mi hijo Luis a cuatro patas, tragándose por el culito ese pedazo de tranca que tenía Pablo entre las piernas, y gozando como un loco ...