Ayudando a mi hermana a rasurarse
Fecha: 14/12/2018,
Categorías:
Incesto
Autor: ioelmejor69, Fuente: SexoSinTabues
... con la mano retire la espuma sobrante y dos de mis dedos se atoraron literalmente en su hendidura arriba de su clítoris un leve gemido salió de sus labios. -¿Te lastime? -¡No! Sigue. Había decidido rasurar por completo, quería verla sin obstáculos, baje a rasurar al final de los muslos y en la unión de la entrepierna, tuvo que abrir más las piernas, de su hendidura salían más flujos. Su clítoris lucia como un chicharito, destacaba por el color más blanco y rosado que el resto de su antojable vagina, con su mano izquierda bajo a acariciar como para comprobar la ausencia de pelos. -¡Que rico! ¡Ya me hacía falta! Puse un poco de crema y se la deje para que ella la esparciera, me puse de pie y trate de disimular la erección entre mis piernas, retire los materiales que había utilizado y busque entretenerme para que el calentón pasara. Salí de la casa para complementar la lista de necesidades y tratar de olvidar la experiencia, en mi mente bailaban todos los bellos atributos de mi hermana, sus senos con su perfección en tamaño, forma y consistencia, sus piernas, su trasero y ahora su pubis brillante y totalmente libre de bello, su clítoris semi erguido y sobre todo la humedad, ¿acaso se había excitado? ¿Siempre lubricaría tanto? Era imposible dejar de pensar en ello, mi erección se mantenía a pesar de que yo me quería olvidar de ella. Una hora después, volví a casa, llevaba varias cosas en las manos por lo que con algunas de ellas mantuve la puerta del elevador abierta al ...
... franquear la puerta del departamento, el fuerte sonido de gemidos llego a mis oídos, eran producto de la imagen en la pantalla de la tv y del eco que parecían producir los gemidos de mi hermana que se acariciaba rápidamente la entrepierna directamente sobre el clítoris, antes de salir no le había colocado su pantalón deportivo, se mantenía con las piernas abiertas y su cara en un rictus de placer gemía y gritaba -¡sí! ¡Sí! Siiiii Me quede quieto viendo el final de su corrida, sus piernas se cimbraban y su mano seguía acariciando, dejando salir el resto del aire de sus pulmones, -¡Que rico! Dijo. Como pude, termine de meter todo lo que había traído, durante esos minutos mi hermana no se inhibió y continuo viendo la porno y acariciando su clítoris, las piernas bien abiertas, con la mano izquierda, a pesar de estar enyesada, con la punta de los dedos acariciaba sus senos, los pezones bien erguidos, me mantenía quieto como estatua simplemente mirando, su imagen era más deseable que las del video. Dentro de mis pantalones mi herramienta estaba a full, con la mano derecha la apreté contra mi pierna y me gusto sentirla al través de la tela. -¡Perdóname! Pero ya me hacía mucha falta, a veces es la única forma que tengo de liberar la tensión, además de que disfruto mucho, mucho. Yo seguía mirándola, los movimientos de sus dedos no cesaban, esparcían la humedad por todo su botoncito de placer que ya parecía un dedo pequeño, en momentos cerraba los ojos, yo abría los míos más grande y empecé a ...