... fuerza motriz jugué con ella inclinando, dando giros, acelerando y parando hasta unos momentos previos a la salida definitiva, su risa era de posible más natural y sincera. Había pasado veinticinco días en el hospital, durante los cuales yo había ido reacomodando cosas en la casa para que no fuera muy notable la ausencia de nuestros padres. Ya estando a punto de entrar a la casa mí hermana me dijo que mejor fuéramos a otro lado, no quería entrar. A lo largo del último año yo había mantenido con muchísima discreción un departamento en el último piso de un edificio de apartamentos de una amiga mía, lo ocupaba para los encuentros sexuales con mis amigas con derechos, ligues y demás, contaba con la indispensable cama tamaño regio, un par de espejos de piso a techo, tv, video, amplio baño de tina y regadera, un par de sillas y nada más. Le comente a mi hermana y acepto de inmediato pues prefería ir a cualquier lugar menos a casa. Subimos por el elevador y franqueamos el acceso sin problemas, ya dentro se mostró sorprendida de la apariencia general del departamento, de inmediato comento que haría falta una mesa, aunque contaba con un anaquel, platos suficientes, vasos y un pequeño horno de microondas, le gusto el tamaño de la pantalla de plasma de 54 pulgadas y la video, tuve que dejarla sola para volver a casa y traer lo necesario para complementar las necesidades ahora que ella viviría conmigo diariamente. Después de unas horas volví llevando la mesa, un sillón reposet, ...
... varios cojines y almohadas adicionales para su mejor acomodo en la cama. Mi hermana mientras tanto había recorrido el espacio y tenía una lista adicional de cosas que necesitaba incluyendo una amplia lista de alimentos, de inmediato pedí telefónicamente una comida ligera a un restaurante cercano, en minutos tocaban a la puerta con ella, bromeamos y jugamos mientras comíamos, tuve que auxiliarle para partir sus porciones y comente que me gustaba atenderle, le prometí que haría cualquier cosa con tal de que estuviera bien. Nuevamente tuve que dejarle para ir al supermercado, la lista era amplia y me tomo más de dos horas cumplirla, dentro de la lista se incluían artículos que yo nunca hubiera pensado, maquinillas de afeitar, crema lubricante, crema de afeitar, tampones, barnices y dos o tres tipos de jabón para el cabello, cuando llegue con toda la compra, me tomo más de dos viajes en elevador para subir todas las cosas. La verdad empezaba a cansarme y a sentirme agobiado, del refrigerador tome una cerveza y me acomode para beberla, tome el control de la tv y encendí, no me percate que la video estaba corriendo con una película porno, seguramente mi hermana había estado viéndola, sin comentar nada, apague video y cambie de canal. Termine de refrescarme y procedí al acomodo de todas las mercancías. El anaquel que tenía fue insuficiente, se llenó con solo la mitad de la despensa que había comprado, sobre la mesa acomode una parte de alimentos en caja, pronto el pequeño refrigerador ...