Bendita crisis
Fecha: 01/12/2018,
Categorías:
Fantasías Eróticas
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... mudaba la cara y más seco me indico que el siempre hablaba en serio y mas tratándose de dinero, todo esto mirándome directamente a los ojos.
Me quede pensativo, no daba crédito a lo que me estaba proponiendo en ese momento, pero sin embargo la idea de disfrutar de esa hermosa mujer ya estaba germinando en mi cabeza. Por lo que sin pensarlo mucho le pregunte que su mujer tendría algo que decir al respecto sobre este asunto.
Y diciendo esto señale a Raquel sin dejar de mirar a los ojos de Fernando.
Fernando de forma triunfal y dando un golpe a la mesa decía: “lo sabía”, eso quiere decir que aceptas el trato, así que tú me financias y a cambio como compensación disfrutas de mi mujer” Jeje sabía que llegaríamos a un acuerdo.
Yo intente rebatirle sin mucho éxito indicándole que en ningún momento le había dicho que si. Pero Fernando ya no hacía caso a nada de lo que yo le decía, Fernando volvía a ser el Fernando de siempre, avasallador y seguro de si mismo.
Y viendo mis dudas y como queriendo tranquilizarme Fernando me indico que no me preocupase que su mujer haría todo lo que yo le pidiese que para eso le pagaba todos sus vicios y caprichos, y si no ya sabe lo que perdería si se oponía a alguno de mis deseos.
Yo mire ahora si a Raquel, esta me sonreía y no abrió la boca para protestar ante lo que estaba diciendo su marido
Entonces Fernando levantándose de la silla cogió del brazo a Raquel para obligarla a levantarse, la giro y cogiendo su minifalda la levanto, ...
... quedando a escasos metros de mi cara un hermoso y duro culito, casi lo podía tocar, sino fuera por la mesa de estudio que tenia entre ella y yo. Raquel lejos de molestarse, se sonreía y ponía el culo en pompa para enseñarlo mejor, Fernando le daba un cachete en una nalga haciendo que esta se sonrojara a la vez que Raquel emitía un gritito.
Fernando me preguntaba si verdaderamente no quería disfrutar de eso, si acaso el riesgo no merecía la pena, y me animaba a levantarme para que catase el material del que disfrutaría en caso de aceptar la proposición.
Yo estaba petrificado, no me lo podía creer, Fernando me ofrecía a su mujer a cambio de firmar una operación que tenia aprobada, ¡no me lo podía creer¡.
Al ver que no me movía, Raquel se giro y de forma sensual se acerco hasta mi, yo estaba sentado y ella apoyando sus manos en mis hombros se sentó encima mía, para comenzar a frotar su pelvis contra mi polla, podía sentir su calor, y ella lógicamente podría sentir mi erección. Mire a Fernando que estaba sentado observándolo todo y con un gesto con la mano derecha me invito a catar “la mercancía”.
Raquel era un volcán un torbellino de erotismo que me mordisqueaba el cuello, el lóbulo de la oreja, mientras el ritmo de sus caderas contra mi polla se aceleraba, tras la aprobación previa de Fernando yo metí mi mano entre mi entrepierna y su pelvis y comencé a sobarle su clítoris.. Ella al sentir esa caricia acelero su respiración y movimientos, yo sin dejar de mirar a su ...