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Bendita crisis
Fecha: 01/12/2018, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... contra su pecho ofreciendo ese ojete al otro colega que a pesar de no tener una gran polla si era muy gorda por lo que le indique que no se la introdujera sin lubricante, ante la falta de este se hecho un escupitajo en sus dedos y le introdujo un par de ellos de golpe en su culo… a lo que Raquel intento levantarse pero el chaval la tenía muy fuerte y apenas si pudo decir un par de improperios que pronto fueron acallados por la polla fofa de uno de sus colegas que de un golpe se la metió en su boca en uno de los gritos que dio mientras el amigo la masturbaba analmente. Cuando sintió que ya estaba bastante dado ese orificio o simplemente se canso, apunto su polla contra ese orificio y de un movimiento de cadera seco le introdujo el capullo en su ano. Los tres se quedaron inmóviles, incluida Raquel, la imagen era espectacular, ahí estaba ella con una polla en la boca y dos más en sus otros orificios, fuertemente cogida de la cabeza espalda y caderas por tres machos jóvenes borrachos y salidos por tener una hembra así. No sé exactamente el tiempo que estuvieron dándole esos tres sementales por todos sus agujeros turnándose para que todos disfrutaran de sus orificios y ninguno de ellos permaneciera vacio ni un instante, se notaba que eran jóvenes y tenían mucho aguante, pero al cabo de un ...
... rato y casi a la vez los tres se corrieron como sementales sobre Raquel, y poco a poco fueron vaciando los agujeros de esta dejándola sobre el suelo desmadejada de tanta caña como la habían dado. Se podía ver como por los muslos de Raquel corría el semen que habían descargado en su interior, me entretuve un rato grabando a Raquel en el suelo, con sus orificios muy abiertos y sonrojados por el trajín dado por los chavales. Estos se estaban vistiendo y comentando la suerte que habían tenido esa noche. Yo deje de grabar y entregándole un paquete de clínex a Raquel le indique que se vistiera que la noche ya había acabado, ella con bastante trabajo se fue hasta el baño para asearse y vestirse, a lo que los chavales aprovecharon para acercarse a mí y comentarme lo bien que lo habían pasado y darme sus teléfonos por si otro día lo quería repetir. Así al cabo de un rato cuando Raquel se había aseado y vestido y yo les entregue sus móviles, nos despedimos de ellos y nos fuimos a casa. Raquel estaba agotada y cayó en la cama desplomada quedándose dormida en seguida. Tras este primer e intenso día, yo también me fui a dormir ya que aun quedaban dos días más que no pensaba desaprovechar, pero eso es harina de otro costal que según la aceptación que tenga este relato veremos si lo contamos.