Emputecimiento (I): Alfredo
Fecha: 23/11/2018,
Categorías:
Sexo en Grupo
Autor: eli{DS}, Fuente: CuentoRelatos
... se ocupara de que Magda salga discretamente. Ahora le digo que le dé su teléfono. Pero no venga antes de las dos y el sábado de las tres. No quiero que haya celos con las otras.
- Está bien -asiente complaciente el marido-.
- Otra cosa, ¿Qué ropa va a traer? -pregunto curioso-.
En todo el tiempo que lleva en el local, Magdalena no ha dejado de cruzar su brazo izquierdo por delante de la cintura, mientras con el derecho sujeta las solapas del abrigo, uniéndolas entre sí justo por debajo de la barbilla. El local no es un prodigio de climatización, pero tampoco es una nevera ¡Coño!
- ¿Qué aconseja que se ponga? -me pregunta el marido mientras repasa a su mujer con la mirada de arriba abajo-
- Las demás suelen venir con ropa discreta, de calle, y aquí tienen para cambiarse -le respondo-. Dependiendo de si solo hacen de camareras o de si están dispuestas a ganarse un extra ofreciéndose para la monta, se visten con minifalda y top, o pantaloncitos y sostén, las camareras o a pecho descubierto y normalmente sin bragas las segundas, pero va a gustos. ¿Me permite que vea a la Señora? -le pregunto sin sospechar siquiera lo que se avecina-.
- ¡Claro!, actúe con toda libertad -me responde el marido ordenando a su mujer con la mirada que obedezca-.
- Magda, perdona que te tutee -le digo a la mujer para apaciguar lo violento de la situación- ¿Te importa abrirte el abrigo para que te vea?
Al principio a Magda le cuesta obedecer, pero una orden explícita del marido ...
... basta para que se ponga en su lugar. El abrigo es de los que se mantiene cerrado solo con cinturón, sin botón alguno, así que no tarda mucho en abrirlo. Deshace el nudo del cinturón, del mismo paño que el abrigo, y cogiendo con cada mano uno de los laterales de su abertura frontal, las separa de par en par.
¡Joder!, ¡Joder!, ¡Joder! mira que he visto cosas en mi vida, pero esto no me lo esperaba. Desde luego la vida no deja de sorprenderte, y cuando estaba convencido de que se trataba de una pareja de esas modositas, que vienen aquí más dispuestas a satisfacer sus morbos de salidos reprimidos que ha ejercer realmente de ramera a las órdenes de su chulo, me encuentro con esto. La mujer aparece vestida únicamente con unas braguitas de encaje rojas, de esas minúsculas, tipo tanga de tira y unos sujetadores a juego, tan pequeños que apenas se aprecian en comparación al volumen que sustentan. ¡Ahora entiendo porque se preocupaba tanto en mantener cerrado el abrigo!, ¡La muy jodida! En mi profesión y con los años que llevo de experiencia he inspeccionado a infinidad de chicas, es más, he de reconocer que la inmensa mayoría me las he follado una vez como mínimo, pero nunca hasta ahora se me habían presentado con tan poco envoltorio, je, je, je…
Resulta ser una real hembra, como las de antes algo entradita en carnes, con las clásicas curvas de toda la vida, no como estas esmirriadas. Buen cuerpo, ¡Sí señor! Este tío sabe elegir, me digo a mi mismo mientras se me pone un pingajo ...