1. Relato de mi debut en el sexo anal


    Fecha: 22/11/2018, Categorías: Infidelidad Autor: chicapervertida, Fuente: CuentoRelatos

    ... de que debía mantenerme virgen o de lo contrario mi doctor me expondría ante mis padres me dejo frustrada y un deseo creciente se fue gestando en mi interior. Mientras más era consciente de la imposibilidad del asunto, más deseaba perder mi virginidad y ver entrar y salir de mí un miembro duro y venoso como los de las pelis. Cada vez que me masturbaba, que por cierto cada día eran más frecuentes y cotidianas, fantaseaba con ello y cuando estaba alcanzando el orgasmo me aventuraba a rozar con la punta de mis dedos el agujero de mi vagina, imaginando que aquel era el pene de mi tío que estaba a punto de ingresar en mi interior.
    
    Mientras tanto nuestras exploraciones sexuales fueron avanzando. Un día en que como de costumbre mi tío se presentó en mi habitación, antes de comenzar, le dije que si no me dejaba tocarle el pene no iba a seguir jugando con él. Impresionado por la determinación de mi demanda abandonó mi habitación con cara de sorpresa y disgusto, pero a los pocos minutos regresó con la misma actitud de devoción con que me exploraba a diario. Fue entonces cuando por primera vez pude sentir lo que era estrujar una polla dura entre mis manos.
    
    Me gustó el tacto. Un pedazo de carne caliente y dura, de gran suavidad y esa cabeza grande y roja cubierta por una piel delicada. No perdí la oportunidad y le pedí a mi tío que lo metiera en mi boca y me dediqué a hacer lo que había visto en las películas. Mi tío se sorprendió sobremanera por la habilidad que reflejaba al ...
    ... tener su pene en mi boca. Él no se imaginaba lo que había aprendido observando con detenimiento a las actrices hacer sus mamadas colosales; así que la primera vez que lo metí en mi boca y lentamente comencé a succionarlo y a pasar mi lengua alrededor de su cabeza, mi tío no aguantó mucho y súbitamente inundó mi boca de semen; un sabor completamente desconocido para mí, pero que rápidamente me cautivó.
    
    Las ocasiones posteriores me permitieron ir tomando la iniciativa. No solo le hacia una mamada, sino que lo agarraba con mis manos, lo apretaba de arriba a abajo haciéndole lo que más tarde conocería como una “paja”. También pude acariciar sus testículos, dos bolas hinchadas y delicadas cubiertas de una piel muy agradable al tacto.
    
    Mi tío también avanzó en sus exploraciones. Ya no se bastó con olerme. Ahora su lengua hacia el recorrido junto a su nariz. Comenzó por lamer una y otra vez mis pies. Pasaba la lengua de arriba a abajo por mis plantas, desde el talón hasta los dedos y luego se dedicaba a chupar dedo por dedo. Mientras tanto yo me acariciaba el clítoris. Muchas veces ambos acabábamos en esa fase, pero como habíamos tomado confianza y ya nos conocíamos, simplemente seguíamos con nuestro juego y a los pocos minutos ya mi tío la volvía a tenerla tiesa y yo ya estaba otra vez mojada como una fuente.
    
    Luego lamió el resto de mi cuerpo. Besaba mis piernas, mi abdomen, mis brazos, mis senos. Todo el recorrido que antes hacía su nariz, ahora lo hacia su boca. Hasta que un ...
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