Karina y el pastor ingles
Fecha: 10/01/2025,
Categorías:
Primera Vez
Autor: Fd, Fuente: CuentoRelatos
... totalmente desnuda en una invitación a viajar por su piel estaba parada en una ventana como viendo el paisaje, de fondo las luces de una ciudad que me pareció era Nueva York.
Subí detrás de ella cada uno de los 19 escalones hasta llegar al ático que es su habitación, baño, closet y estudio, unas claraboyas en el techo dan una enorme luz en su cama y en el lugar donde tiene su mesa de trabajo.
Y mientras afuera el mundo seguía su curso, dentro el tiempo se detuvo, nuestras bocas se buscaron, no eran besos tiernos, no eran besos de amor… Eran besos cargados de deseo, cargados de intención, besos lujuriosos.
Karina tomó la iniciativa y comenzó a jalar de mi playera hacia arriba, mis brazos se levantaron en un movimiento para facilitar su camino, sentí sus uñas explorar mi cuerpo, araño con dulzura mi nuca y logró erizar mi piel cuando rozó con sus dedos mis pectorales.
Lo último que vi fue a ella poniéndose de rodillas y desabrochando mi pantalón, me dejé llevar y cerré los ojos…
Su boca hizo poesía sobre mi dureza, lamía y chupaba, mordisqueaba y succionaba. Me llevaba a la gloria a pasos agigantados poco a poco.
Abrí los ojos y la detuve, aún no era tiempo de correrme, aún no quería que eso terminará así que ahora tomé el control y le devolví el favor.
El instinto me llevó a empujarla contra la pared, tomar su cuello y lamerlo.
El brillo en sus ojos me excito y bese sus labios de nuevo hasta perder el aliento, saqué su ropa, primero su pantalón admire ...
... sus piernas, fuertes y torneadas, seguí con su blusa. Sus pezones estaban duros se notaban aún con la ropa puesta los deje libres admire sus senos hermosos, suaves, moldeables, perfectos.
Un segundo después metía uno en mi boca mientras mi mano acunaba a él otro, luego intercambie, me di mi tiempo para conocer las reacciones de Karina, lo que su cuerpo me pedía y me exigía, así que fui lento besando y tocando hasta finalmente llegar a su empapado sexo.
Mis dedos tocaron su vulva, estaba húmeda y tibia, subi y baje mis dedos por sus pliegues hasta tocar el botón más sensible de su flor, introduje un par de dedos de mi mano libre mientras ella se retorcía de placer contra la pared y mi cuerpo.
Le susurre al oído lo que disfrutaba de ella y reaccionó apropiándose de mi boca. Su sexo estaba caliente y cada vez más mojado mi verga estaba dura y palpitaba pidiendo y rogando por entrar en la gloria.
Mi rodilla se abrió paso entre sus piernas saque mis dedos, posé mis manos sobre sus caderas, la levante un poco y empujé mis caderas contra ella…
Entre en ella viéndola a los ojos, fue mágico su calor, su humedad, mi dureza, su boca entreabierta, mis ojos sin perder detalle. Los primeros movimientos fueron lentos buscando el ángulo y la profundidad adecuada, sintiendo como se abría ante mí invasión, disfrutando y admirando sus reacciones.
No me di cuenta a qué hora llegamos a la cama solo sé que la penetre con furia, con fuerza, más rápido, sus caderas pidiendo mayor ...